La residencia del poeta de la Generación del 27, Vicente Aleixandre, Velintonia, sale a subasta judicial. La orden está anunciada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), a un precio de venta inicial de 4.561.650 euros, que se irá rebajando hasta encontrar comprador.
Esta residencia se subasta después de haber sido publicada en el portal Idealista, donde se ofreció a un precio de 4,7 millones de euros, sin embargo, en aquella ocasión no encontró a ningún comprador interesado en hacerse con esta propiedad.
Construida en 1930, cuenta con 630 metros cuadrados en tres plantas, ubicada en el barrio de Vallehermoso, en el distrito de Chamberí. Su parcela mide 799 metros cuadrados y un jardín en el que Aleixandre plantó un cedro libanés, símbolo del renacer tras la Guerra Civil.
Sin protección
La salida a subasta supone descartar las peticiones de la Asociación Amigos de Vicente Aleixandre (Aava), que han reclamado constantemente que la vivienda obtuviera una protección oficial para, posteriormente, ser reconvertida en un centro de estudio y una casa de poesía. El colectivo también denuncian que el inmueble pueda ser objeto de especulación.
El proyecto ha sido finalmente descartado por todas las administraciones implicadas, incluido el Ayuntamiento, Comunidad o Ministerio de Cultura. Las negociaciones para este proceso se han sucedido, sin alcanzar un acuerdo. En 2007, la entonces ministra de Cultura, Carmen Calvo, ya había descartado esta operación al calificar como "desorbitadas" las cantidades que exigían los herederos del poeta.
La vivienda se encuentra en estado de abandono y ha experimentado un deterioro progresivo desde que falleció la hermana de Vicente Aleixandre, Conchita, en 1986. El inmueble fue heredado por la hija de uno de sus primos, Amaya Aleixandre, con un 60% de la propiedad, así como otros cuatro hermanos, nietos de una primera por parte de madre, con el 40% restante.
El estado de abandono se ha atribuido como una de las condiciones para descartar su remodelación, así como la falta de valor arquitectónico de su fachada. En 2022, sin embargo, la Comunidad de Madrid concedió el título de Bien de Interés Patrimonial (BIP) y cierta protección.
