Anabel Pantoja y su pareja, David Rodríguez, continúan siendo investigados por presunto maltrato infantil contra su hija Alma. La causa está abierta en el Juzgado de Instrucción Nº4 de San Bartolomé de Tirajana, donde presuntamente ocurrieron los hechos.
La menor permaneció ingresada durante 18 días en el Hospital Materno Infantil de Gran Canaria, en la Unidad de Medicina Intensiva, donde se llegó a temer por su vida. Los médicos presenciaron presuntas lesiones en el cuerpo de la pequeña y pusieron los hechos en conocimiento del Juzgado de Guardia.
Se espera que la investigación se extienda durante todos los seis meses antes de esclarecer todos los detalles y comprobar la posible existencia de responsabilidades penales. Los informes médicos apuntan a un presunto síndrome del niño zarandeado, que en algunos casos puede constituir una forma de maltrato infantil.
El incidente de Anabel Pantoja y David Rodríguez en el hospital
En este contexto, vuelven a surgir nuevos detalles sobre el caso. La expectación mediática fue especialmente alta durante el ingreso de la pequeña Alma y esto se pudo apreciar dentro del hospital, donde el movimiento fue constante, sobre todo por la presencia de rostros famosos.
A pesar de que se incrementaron todos los esfuerzos por mantener un ambiente discreto, dentro del hospital surgió un grave conflicto. Ocurrió cuando un trabajador del centro intentó fotografiar a la niña, según ha contado la periodista Marisa Martín Blázquez. Dicho empleado también captó imágenes de los famosos que se desplazaban hasta el centro.
Según ha trascendido, se trata de un trabajador del hospital que estaba a cargo de Alma, y que habría intentado aprovechar la situación para captar imágenes de la menor, de cuyos fines por el momento no han trascendido, pero hubiera alcanzado. un gran valor en el mercado.
Cuando se intentó captar imágenes de la pequeña, un amigo de la sobrina de Isabel Pantoja se percató y alertó a la familia para que tomara las medidas que considerara oportunas. Inmediatamente, pusieron en conocimiento del hospital todos los hechos y se activó un protocolo de vigilancia. No se llegó a tomar la imagen gracias a la rápida respuesta.
En todo caso, si se hubiera captado dicha fotografía, el autor se podría haber enfrentado a consecuencias legales muy severas. La legislación protege la intimidad de los menores y sanciona con dureza cualquier vulneración. El Código Penal considera que tomar fotografías de un menor sin consentimiento es un delito grave.
