En España, cada vez se consume menos productos frescos y más productos procesados, según los datos del Observatorio del mercado de la carne de la Unión Europea. En los últimos años, la tendencia del consumo de los primeros ha descendido (en aprox. 13 mil toneladas) mientras que, el de los segundos, ha crecido en aprox. 18 mil toneladas).
En ese consumo tan elevado de productos procesados se lleva la palma la carne de cerdo. Un alimento que parece haberse convertido en algo básico en la alimentación española. Sin embargo, este producto alimenticio parece que se consume preferentemente de forma procesa o eso dicen los datos del primer informe trimestral de 2019 del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación; de hecho, se ha consumido 70 toneladas más que el año anterior. Lo que es verdaderamente significativo.
Algunos estudios e informes como el del IARC, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, han revelado el riesgo elevado de padecer cáncer por el alto consumo de carnes procesadas. Su incidencia es tan importante, que incluso se han incluido dentro del grupo 1 de los alimentos cancerígenos. En España, se consume más de 50 gramos diarios de este tipo de carnes, según el informe la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición. Un consumo que habría más aún ya que se aumenta potencialmente las posibilidades de padecer cáncer.
Las salchichas de frankfurt
La carne procesada tiene sus ciertos riesgos y perjuicios para la salud del individuo. Entre esos productos cárnicos procesados se encuentran las carnes en conserva, preparados, cecinas, jamón, chorizo y salchichas, entre otros. De ahí y, según el IARC, las cotidianas salchichas de frankfurt -las envasadas de toda la vida- son las que se llevan la palma en cuanto a peligrosidad.
La realidad es que las salchichas frankfurt -o procesadas- están confeccionadas con lo que se suelen llamar recortes de matadero, es decir, las carnes sobrantes y de peor calidad para el consumo; además, a esto hay que sumar su elaboración (más de 10 procesos diferentes), ingredientes (sales, grasas, azúcares) y añadidos industriales (nitratos, nitritos). Estos últimos se relacionan con la aparición de cáncer.
Por lo tanto, se puede decir que las salchichas procesadas son de los alimentos procesados potencialmente más peligrosos para los individuos. No solo por sus riegos para la salud, sino porque su valor energético es extremadamente bajo para todas las propiedades negativas (hiper calórico y cancerígeno) que atañen su consumo.