El PP se encuentra en mitad de una transición política que definirá su futuro. Tras la moción de censura presentada por el PSOE, Mariano Rajoy se convirtió en el primer presidente del Gobierno derrocado mediante este sistema en la historia democrática española. La sentencia del Caso Gürtel condenó a la formación conservadora y con ello puso en jaque su credibilidad y modelo político.
"Pongo punto y final a esta etapa: es lo mejor para mí y para España". Con estas palabras se despidió Mariano Rajoy de la presidencia del PP tras su salida de La Moncloa. De esta manera, Génova se ha enfrascado en la búsqueda de un sucesor que se elegirá a través de un congreso previsiblemente antes de octubre. Tres son los nombres que se encuentran en todas las quinielas: Alberto Núñez Feijóo, Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal.
Tener tres candidaturas podría despertar disputas internas dentro del partido, por lo que desde el PP prefieren una candidatura única que priorice la sensación de unidad. El aparato de los populares respalda a Feijóo como su futuro líder, pero para ello existen dos problemas: las aspiraciones de la actual secretaria general del PP y de la exvicepresidenta del Gobierno con Rajoy.
Para poner solución a este conflicto, desde el aparato se ha diseñado un plan con el objetivo de asegurar sus intereses alejando a Cospedal y Sáenz de Santamaría sin que ninguna de las dos salga perdiendo. Así, se encomendaría a ambas retos electorales importantes en el futuro inmediato pero, a su vez, fuera de la estructura de mando del partido.
Desde Génova existe un verdadero miedo a una posible lucha interna, especialmente por parte de Sáenz de Santamaría, que parece mantener firmes aspiraciones a presentarse como candidata.
Obejtivo: alejar a Cospedal y Sáenz de Santamaría
Siguiendo este plan, el PP ya tiene marcados sus destinos. El primero sería el Ayuntamiento de Madrid convirtiendo a María Dolores de Cospeda en candidata del partido en las elecciones municipales de la capital. Se trata de una de las plazas más importantes y a la vez más difíciles.
Para hacer frente a la buena imagen que tiene la actual alcaldesa, Manuela Carmena, los populares necesitan a una candidata fuerte y con carácter, por lo que la manchega sería la opción de los conservadores. El escándalo de Cristina Cifuentes llevándola a dimitir como presidenta de la Comunidad de Madrid pondrá, además, más difícil al PP conseguir esta plaza.
El segundo destino sería el de la listas europeas a cuyo frente situarían a Soraya Saénz de Santamaría. Este puesto permitiría al PP levantar cabeza ya que estas elecciones, por su menor relevacia práctica en la vida de los ciudadanos, se basa en un voto menos concienciado, más espontáneo, por lo que colocar a una cara tan conocida como la exvicepresidenta podría ser decisivo.
