Rusia ha comenzado a reclutar en las cárceles del país a enfermos de VIH, hepatitis C y otras enfermedades infecciosas graves para enviarlos al frente en la guerra de Ucrania.
Así lo ha denunciado el Ministerio de Defensa ucraniano asegura que el reclutamiento de enfermos víricos lo está llevando a cabo el grupo Wagner, la organización paramilitar del Kremlin, y que el fenómeno "ya ha adquirido un carácter masivo".
"Solo en el correccional número 5 del pueblo de Metalostroy, en la región de Leningrado, más de cien presos con VIH confirmado o hepatitis C fueron movilizados por el grupo Wagner", asegura un informe de la Inteligencia ucraniana.
Kiev también asegura que Moscú "marca" a estos reclutas infectados obligándoles a llevar pulseras identificativas de distintos colores: rojas para los enfermos de VIH y blancas para los afectados de hepatitis C.
"Entre los combatientes que se ven obligados a servir junto a los infectados, crece la indignación por esta situación. Se sabe que los médicos rusos se niegan sistemáticamente a brindar asistencia a los heridos con hepatitis o VIH", han asegurado las autoridades de Inteligencia ucranianas.
Reclutamiento de presos
Al menos 8.000 mercenarios del grupo Wagner han estado participando en la guerra de Ucrania desde el inicio de la invasión rusa, según el gobierno de Zelenski.
El reclutamiento de presos ya era una práctica habitual del Kremlin desde hace meses. Según Kiev, desde mediados del verano, Rusia ha enviado a unos 15.130 presos a la guerra con Ucrania, una política de reclutamiento que también ha adoptado Ucrania al conmutar penas a quienes se presten a combatir.