Funcionarios federales han acusado a Rusia de utilizar a influencers estadounidenses de ultraderecha con el objetivo de difundir propaganda del Kremlin ante las elecciones presidenciales de 2024.
Este miércoles 4 de septiembre, el Departamento de Justicia presentó cargos contra dos empleados de RT, la emisora estatal rusa, Kostiantyn Kalashnikov y Elena Afanasyeva, por conspiración para el blanqueo de dinero y violar la Ley de Registro de Agentes Extranjeros.
Los acusados supuestamente canalizaron casi 10 millones de dólares a una empresa de Tennessee, identificada en la acusación como Tenet Media, que contrató a influencers populares para producir vídeos en redes sociales como YouTube, TikTok, Instagram y X (anteriormente Twitter).
Estos vídeos, que acumulaban millones de visualizaciones, cubrían temas de interés conservador, alineados con la narrativa del Kremlin, como la inmigración, personas transgénero y ataques a figuras políticas estadounidenses.
Tenet Media, fundada en 2022 por la conservadora canadiense Lauren Chen y su esposo Liam Donovan, trabajó estrechamente con los empleados de RT para reclutar influencers y crear contenido que, aunque no siempre expresaba una opinión unificada, amplificaba divisiones políticas en Estados Unidos, debilitando la oposición a Rusia y su guerra en Ucrania.
Influencia extranjera
Lo que distingue esta operación de otras campañas de influencia extranjera es que logró alcanzar a una audiencia real a través de nombres reconocidos en los medios de derecha, como Benny Johnson, Tim Pool y David Rubin.
Estos influencers afirmaron no estar al tanto de los vínculos rusos y se describieron como víctimas del engaño. Por ejemplo, Pool declaró que fue engañado y que no sabía nada de las conexiones rusas.
Después de la invasión rusa de Ucrania en 2022, muchos distribuidores de cable en EE.UU. eliminaron RT America de sus plataformas, lo que llevó a Rusia a desarrollar estrategias alternativas, como esta operación encubierta en redes sociales.
La acusación detalla que RT utilizó un personaje ficticio, un supuesto banquero europeo, para ocultar el origen de los fondos y ofreció contratos lucrativos a los influyentes, con pagos que alcanzaban los 400,000 dólares mensuales.
La investigación también reveló que los empleados de RT, especialmente Afanasyeva, ejercían un control significativo sobre el contenido de los videos y exigían ángulos que reflejaban las narrativas del Kremlin.
A pesar de estas presiones, algunos influyentes de Tenet Media han negado haber sido influenciados o haber cedido el control editorial de su trabajo.
