Antes de que sacaran el iPhone 7 ya existían rumores sobre el iPhone 8. Estos comenzaron en abril, cuando el afamado analista de KGI Securities, Ming-Chi Kuo hablaba ya de un nuevo modelo, que sería lanzado en 2017. Y es que el año que viene se celebra el décimo aniversario del primer smartphone de la firma y se espera con altas expectativas el diseño elegido para ese año. Según los fans de la marca, el teléfono que se lance en 2017 será algo totalmente nuevo y diferente.
Lo cierto es que han empezado a surgir los primeros rumores y parece que no será tan diferente como esperamos, pues Kuo se ha vuelto a pronunciar. El analista apunta a que el nuevo diseño tendrá mucho de parecido al iPhone 4 y 4S. No sería la primera vez que Apple vuelve a un antiguo diseño, ya que uno de los modelos lanzados este año, el iPhone SE, se apartó del patrón del iPhone 6 para volver a conquistar a los romanticos más fieles a los ejemplares tradicionales de la casa.
Según informa Mashable, el nuevo teléfono tendrá una pantalla OLED, más delgada, luminosa y flexible que las actuales LCD. Kuo confirma también su primera teoría: el cristal se postula como material favorito para recubrir el teléfono. Aparte de las ventajas físicas que ofrece este material, pues es más barato y más resistente a los arañazos que el alumnio, el éxito del nuevo iPhone 7 en negro brillante ha hecho que Apple repensara su estrategia, pues el cristal ofrece este acabado de una manera más barata y sencilla. La apariencia del nuevo teléfono será por lo tanto muy similar a la del Jet Black.
Además, los bordes de este nuevo modelo serán metálicos, con dos variaciones según la gama que se adquiera. Mientras que el modelo básico tendrá unos bordes de aluminio el modelo premium gozará de unos bordes de acero inoxidable.
En cuanto al tamaño, el iPhone 8 será más pequeño que los dos teléfonos anteriores. Ya hemos comentado que se pretende que el diseño se acerque al del iPhone 4, aunque la pantalla será mucho más grande, ya que la compañía quiere reducir en gran medida, incluso hasta eliminar, los bordes superior e inferior. Esto quiere decir que tendríamos que decir adiós al famoso botón central del teléfono. De ser así, el diseño final de la firma integraría en la pantalla el botón home, el sensor Touch ID y la cámara FaceTime.