Si bien el año pasado la apuesta rumana para Eurovisión dio la vuelta al mundo y tuvo un impacto brutal sobre todo en España, lo cierto es que la TVR no ha sabido aprovechar el tirón del todo. Volviendo a apostar por su clásica Selectia Nationala para elegir su candidato para Liverpool 2023, el nivel musical de las 12 canciones elegidas para la cita no ha sido demasiado reseñable. Reduciendo considerablemente el número de candidaturas, dejando en el pasado esas Selectia Nationala de cerca de cuarenta canciones, el show dejó una muestra musical diversa, pero sin ese efecto sorpresa que tuvo WRS el año pasado con 'Llámame', y que le acabó llevando a la final.
Finalmente el gato al agua se lo llevó el joven de 18 años Theodor Andrei, el que se presentó en la final nacional con un tema pop rock aguerrido y disruptivo que convenció al público rumano, el que en una ocasión más tampoco fue demasiado numeroso en cuanto a audiencia. En una final donde se contaba con temas de nombres conocidos como el del noruego Kjetil Morland, una canción en castellano llamada 'Faralaes' o algún que otro pop étnico que recordaba algo a 'SloMo', finalmente el público rumano optó por la que seguramente fuera la propuesta más auténtica y con una clave importante: con partes en rumano.
Y es que DGT (Off and on) es la primera vez desde 2017 que la TVR apuesta por un tema en rumano. En Kiev, el Yodel It! de Ilinca (la que fue presentadora de esta edición de la Selectia Nationala) y Alex Florea les llevó al top-10 de aquella edición, y ahora, de nuevo con su lengua, buscarán colarse en una final que si bien entran más países que se quedan fuera, será dura de alcanzar.
¿Qué tal es 'DGT (Off and on)'?
Las canciones para Eurovisión crecen o se caen con el directo. Al final el festival, pese a ser un concurso de canciones, es un programa de televisión y, por ello, hay veces que el concepto puede convencer o dejar frío al verlo en directo. En el caso de la apuesta de Theodor Andrei, sí es cierto que el tema no parece demasiado disruptivo o sorprendente a primera escucha, pero sí es verdad que con el directo y la actitud del joven, la cosa mejora algo.
Andrei busca un show rompedor, que vistas las capacidades del plató rumano, solventó con creces ofreciendo la mejor performance de la noche. Necesitará no solo quizá un revamp de la producción de la canción, sino un buen concepto escénico para ser competitivo en Liverpool, pero si lo consiguen, podrán luchar por meterse en la final.
Esa mezcla de juventud, un toque nerd, con la fuerza que deja Theodor Andrei, es un pack que en la coctelera no termina de quedar mal, sin ser la sorpresa del siglo. Visto como se planteaba la preselección, Rumanía eligió quizá su mejor pack, y veremos hasta donde puede llegar en tierras anglosajonas.