La Gala Drag Queen de las Palmas de Gran Canaria fue sinónimo de provocación y transgresión, algo que va implícito tanto en la celebración como en el carisma del transformismo, aunque haya algunos sectores de a sociedad que no lo entienden y prefieren sentirse ofendidos. Eso es precisamente lo que ha pasado con la actuación de la performance ganadora que ha coronado a Drag Sethlas como la "reinona" de las fiestas.
Comenzó su número escenificando un paso de Semana Santa a ritmo de 'Like a prayer' de Madonna en el que él era a propia Virgen María. Habitual de ediciones anteriores Sethlas impresionó y dejó a todos los asistentes boquiabiertos con su repertorio de acrobacias imposibles sobre plataformas infinitas, pero lo que ha provocado la ira de muchos fue su simulación de la crucifixión de Cristo, con corona de espinas y lanzada en el costado incuidos.
Retransmitida a través de La 2, la gala fue un rotundo éxito cosechando un 5,5% de share, lo que se tradujo en 785.00 espectadores. No solo eso, sino que además consiguió ser tendencia mundial en Twitter, donde pudieron leerse todo tipo de mensajes hacia la actuación del ganador.
Tras el éxito cosechado y como viene siendo habitual, RTVE compartió en su página web la polémica actuación de Drag Sethlas así como la gala al completo en su sección de contenidos 'A la carta'. Sin embargo, pocas horas más tarde , la cadena pública decidió retirar de la plataforma ambos vídeos para calmar así las protestas de la Iglesia. Amén.
La Iglesia se cabrea
No es la primera vez que el mundo de transformismo utiliza estética religiosa para provocar y enriquecer sus números, pero la Iglesia Católica sigue sin acostumbrarse sintiendose gravemente ofendida por performances como la de Drag Sethlas. Así, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el arzobispo Ricardo Bláquez, ha pedido respeto a las creencias católicas insistiendo en que no le parecen "adecuadas" estas referencias religiosas en estas celebraciones.
Las críticas más profundas han llegado de parte del obispo de Canarias, Francisco Cases, que ha tildado el espectáculo de "frivolidad blasfema" llegando a confesar a través d eun escrito que fue el día más triste de su vida por encima del accidente de Spanair en el que murieron 154 personas.
"En conversaciones con periodistas o con grupos distintos he tenido que responder alguna vez a las preguntas: ¿Qué día ha sido el más feliz de su estancia en Canarias? y he respondido con muchas fechas. Y ¿qué día ha sido el más triste? Hasta ahora respondía: el día del accidente en Barajas del avión que partía hacia Gran Canaria. A partir de hoy diré que estoy viviendo ahora el día más triste de mi estancia en Canarias".
