No corren los mejores tiempos para Rumanía en Eurovisión. Siendo un país acostumbrado a aparecer por la final, los dos últimos años no fue posible, llevando a que la TVR se planteara un cambio importante acabando con su método de preselección clásico, la Selectia Nationala.
Cayendo estrepitosamente el festival en audiencias estos últimos años, llegando a ser cuarta opción de la noche la pasada final en Tel Aviv, el revulsivo parece que llega de la mano de la primera selección interna de su historia, la que tendrá a la joven Roxen como protagonista.
Tras reunir a un comité de unos veinte expertos y terminar eligiendo entre tres finalistas, la joven de veinte años ha sido la seleccionada para Rotterdam, cuidando la candidatura mucho más que en otros años. Organizando un campamento de composición para la artista, el público rumano sí podrá seleccionar la canción en una final televisada el próximo 1 de marzo, donde Roxen tendrá cinco candidaturas que cantará en directo.
Una Dua Lipa a lo rumano
No se puede decir que Roxen no sea savia nueva para la música rumana. Si bien desde los siete años ha ido apareciendo por talent shows en Rumanía, su gran éxito llegó en 2019, donde colaría su primer single hasta el top-3 en las listas de ventas.
De la mano del sello Global Records, Roxen tiene la carrera musical muy unida al ritmo urbano. Llegándola a comparar con Dua Lipa o Billie Ellish, algo nos dice que de cara a Rotterdam Rumanía apostará por el pop más internacional, algo que había olvidado los dos últimos años con The Humans y Ester Peony.
La vuelta a la final debe ser el objetivo de una televisión, la TVR, que ha comprobado en sus carnes como la bajada en resultados ha supuesto también una importante bajada en audiencias. Cuidar el producto y recurrir a una selección interna puede ser la salida para volver a la final y por qué no mirar hacia arriba en la tabla en el Ahoy Arena. De momento, la carta de presentación demuestra un cambio de ritmo, esperemos que las canciones también sean dignas de un giro radical.
