En el Génesis, Dios creó a Adán y de una costilla suya salió Eva. Por suerte estamos en 2016 y no hay quien se crea eso. No, lo de que Dios creara al hombre y de una costilla suya saliera una mujer es obvio que no se lo cree nadie. Nos referimos a que hubiera un hombre y una mujer. A estas alturas de la vida encerrarse en ser hombre o ser mujer es una concepción con la que poco a poco menos gente se siente cómoda. ¿Por qué todo tiene que ser blanco o negro? La vida está llena de grises y a la hora de sentirse cómodo dentro de un género ocurre igual.
El debate comenzaba (otra vez) hace unos días cuando unos paparazzis fotografiaron al hijo de la actriz Charlize Theron con un vestido y una peluca rubia imitando a la princesa Elsa de 'Frozen'. Tan pronto como las fotos vieron la luz, un locutor de radio estadounidense tuiteó "¿Es legal que Charlize Theron deje a su hijo llevar vestido y peluca?". Junto a este tweet, otros usuarios publicaron tweets igual o más irritados aún que el primero, indignados por que la vestimenta de un niño de cuatro años no se corresponda con su género.
A la edad de cuatro años se es inocente y los dramas vienen cuando los adultos pervertimos la realidad
¿Por qué un niño pequeño, por el simple hecho de haber sido asignado varón, no debe llevar un vestido de una princesa Disney? ¿Son las asignaciones de género las que determinan que la sociedad acepte que lleves una u otra determinada prenda de ropa? Se puede entrar en el debate de que es un niño y la actriz sudafricana le impuso llevar puesto un vestido pero seamos sinceros, ningún niño de cuatro años se va a sentir incómodo por llevar vestido, pantalones, una sudadera verde fosforita o una pamela en la cabeza. A la edad de cuatro años se es inocente y los dramas vienen cuando los adultos pervertimos la realidad.
Algo parecido sucedió con la cantante Adele el pasado mes de febrero, cuando varios medios publicaron fotos de su hijo en Disneyland vestido como otra de las princesas de 'Frozen'. Esta vez Anna. Afortunadamente la polémica fue menos que con Theron, pero algunas personas se echaron las manos a la cabeza igual porque una madre había dejado a su hijo que se vistiera con la ropa que le diera la gana.
Estos dos actos, aunque inocentes, tienen una gran carga positiva al visibilizar la rotura con la asignación de los roles de género. Por supuesto, un gesto similar no significa lo mismo si lo hace una persona anónima en un ámbito reducido a que si lo hacen celebrities, con cientos de paparazzis pendientes de sus pasos. Es decir, si tu tía Adela que vive en el pueblo deja que tu primo se ponga falda, le señalarán y se reirán de él. La cosa cambia si tu tía Adela en realidad se llama Adele, vende 20 millones de discos alrededor de todo el mundo y consigue que una persona se sienta bien consigo misma llevando el vestido de la princesa de 'Frozen' que le de la gana.
Es ahí donde reside la fuerza de estos actos. Sea Adele, Charlize Theron o cualquier figura mediática más o menos relevante, sus gestos tendrán más repercusión que cualquier hazaña conseguida por cualquier persona anónima y contribuirán en mayor medida a la visibilización de otros roles de género.
Sea Adele, Charlize Theron o cualquier figura mediática más o menos relevante, sus gestos tendrán más repercusión que cualquier hazaña conseguida por cualquier persona anónima
Lo mejor de la visibilización en cuanto a este cambio en el rol o la expresión de géneros es que hay ejemplos para todas las edades y públicos. El último grito de las revistas de tendencias es Jaden Smith, el hijo del actor Will Smith y la actriz Jada Pinkett-Smith. La importancia de este chico de 18 años en cuanto a su rotura con las normas de género alcanzó su cima en la campaña femenina que realizó para Louis Vuitton, donde demostró que se podía ser hombre y llevar falda sin ningún problema. No era la primera vez que lo hacía. Desde principios de 2015, el joven rapero ha acostumbrado a llevar faldas y vestidos sin ningún tipo de preocupación ante 'el qué dirán'. Afortunadamente las nuevas generaciones vienen más preparadas.
Algo parecido ocurre con John Jolie-Pitt, hija de los actores Angelina Jolie y Brad Pitt cuyo nombre de nacimiento es Shiloh. John, de 9 años, ha pedido junto a sus padres a los distintos medios que sea tratado como un chico. De hecho, según afirmó Brad Pitt a Oprah, se molesta si es llamado Shiloh y no John. El trato que varios medios de comunicación hicieron sobre este tema rozó lo denigrante, ignorando cualquier petición de la familia e incluso asegurando que John actuaba así para imitar a sus hermanos o simplemente para llamar la atención. Ni rastro de la posibilidad de que Shiloh Jolie-Pitt se sienta en realidad John Jolie-Pitt.
Pero no, esta corriente de personalidades que rompen con las normas de género ni es novedosa ni es exclusiva de las nuevas generaciones. Aunque radicalmente distinto a los otros casos, las celebrities trans también han ayudado a aceptar y entender que no hay nada de malo en que una persona no se sienta bien en su cuerpo. Es el caso de las hermanas Wachowski, un gran ejemplo de visibilización. Lana y Lilly Wachowski nos trajeron 'Matrix', produjeron 'V de Vendetta' y además han creado 'Sense8', una de las series más sexuales de los últimos años. Alcanzaron la fama como Andy y Larry pero tras varios años de transición, ahora son Lana y Lilly, conocidas como las hermanas Wachowski y como un ejemplo de visibilidad. De hecho, Lana recibió en 2012 el premio a la visibilidad en la Human Rigths Campaign, donde confesó sopesar el suicidio debido a la confusión sobre sus sentimientos en cuanto a su género dejando un discurso de obligado visionado.
Aunque sin duda el caso más conocido es el de Caitlyn Jenner. En verano de 2015 el mundo dio la bienvenida a Caitlyn con la ya icónica portada de Vanity Fair donde la ex deportista Bruce Jenner se mostraba tal y como se había sentido toda su vida. Bruce siempre fue Caitlyn y la repercusión mediática de esta decisión fue brutal a la vez que necesaria. Puso en el punto de mira de todo el mundo la realidad transexual y dio voz a miles de personas en su misma situación (convicciones políticas aparte, se muestra a favor del Partido Republicano). "Tuve en mis manos una pistola un par de veces", confesó tras anunciar su nueva identidad. Algo que contrasta enormemente con la frase que encabeza su perfil de Instagram: "¡Al fin libre!".
Las celebrities que están cambiando las normas de género con total naturalidad se cuentan por decenas y cada vez son más. ¿Por qué quedarse con un género preestablecido si una persona no se siente cómoda dentro de los roles de hombre o mujer? Es el caso de artistas como Annie Clark, nombre real de St. Vincent y pareja de la modelo y actriz Cara Delevingne. A la pregunta de la Rolling Stone de si era "gay o heterosexual", la cantante contestó: "No creo en esas palabras. Creo en la fluidez de géneros y en la fluidez sexual. No me identifico como nada". Algo en lo que coincide Cara, quien admitió en Vogue que estaba "enamorada así que si la gente quiere decir que soy gay, está bien. Todos somos líquido, cambiamos y crecemos".
Ya lo dejó claro Miley Cyrus en su día: 'No odio ser biológicamente una chica, odio la caja en la que me etiquetan'
Como se puede ver, el mundo del cine y la música es muy prolífico en cuanto a celebrities rompiendo las normas de género. Artistas alternativos como Shamir o Grimes han admitido varias veces no sentirse encajados dentro de ningún género. De hecho Shamir, que se convirtió en la revelación de 2014, tuiteó: "No tengo género, no tengo sexualidad y me importa una mierda". Algo similar ocurre con Miley Cyrus o personalidades del mundo del cine como Tilda Swinton. Mientras Swinton siempre se ha caracterizado por dejar claro que no se siente ni hombre ni mujer con frases como "Fui muy chico durante un tiempo. No sé, ¿quién sabe? Todo cambia", Cyrus aseguraba "no querer ser nada" y no verse "reflejada en lo que la gente dice que define a una chica o un chico".
Also to those who keep asking, I have no gender, no sexuality, and no fucks to give ???
? Shamir (@ShamirBailey) 24 de marzo de 2015
Romper con las normas de género es más normal de lo que crees y ahí están las celebrities para recordarlo y, sobre todo, para darle visibilidad. Pero a pesar de mostrarse al mundo tal y como son o tal y como se sienten, las personas que no son cisgénero tienen por delante una larga lucha para ser reconocidos y aceptados por la totalidad de la sociedad. Ya lo dejó claro Miley Cyrus en su día: "No odio ser biológicamente una chica, odio la caja en la que me etiquetan". Y no hay nada mejor que una (ex) estrella Disney para dar lecciones a la sociedad del futuro.