Todo estaba listo para la primera visita a Europa en 16 años del presidente iraní Hassan Rouhani. El primer ministro italiano, el Papa, los ostentosos regalos y lo más importante: las estatuas, cubiertas para no ofender a nadie. Ni un pezón se podía ver en el paso de Rouhani por Italia, ni siquiera aunque fuese de piedra.
El presidente de Irán debía haber venido a Europa mucho antes, en noviembre, pero su viaje fue pospuesto por los atentados de París. Precisamente Italia era su gran aliado económico antes de la imposición de las sanciones en 2006 y el Papa Francisco llegó a expresar su alegría ante el final de las mismas cuando visitó las Naciones Unidas de Nueva York en septiembre.
Las expectativas económicas con la visita de Rouhani son enormes, de ahí que viniera acompañado de un gran séquito de funcionarios y ministros. Nada podía fallar ni ofender al presidente iraní y, por ello, se decidió cubrir con grandes paneles las estatuas de los Museos Capitolinos de Roma, donde se encontraron Rouhani y Matteo Renzi, el primer ministro italiano.
Aunque las fotografías oficiales se hicieron junto a la estatua ecuestre de Marco Aurelio, las figuras desnudas cercanas habían sido cubiertas, tal y como acreditaron los periodistas presentes.
La colocación de los paneles se hizo como signo de respeto a la cultura y la religión del presidente de Irán, aunque no todo el mundo se ha mostrado conforme. Uno de los miembros del partido de Silvio Berlusconi expresó su malestar diciendo que "el respeto a otras culturas no puede y no debe significar negar la nuestra. [...] Eso no es respeto, es negar nuestras diferencias y es un tipo de rendición".
Otras de las medidas excepcionales que se tomaron con motivo de la visita de Rouhani fue no servir alcohol en la cena oficial, aunque esto forma parte del protocolo habitual tanto en Europa como en Estados Unidos ante la visita de un representante musulmán.
El presidente de Irán también se reunió con el Papa Francisco, algo que no ocurría desde 1999. En su encuentro intercambiaron lujosos regalos: el Papa recibió una alfombra hecha a mano y un libro del pintor iraní Mahmoud Farshchian, mientras que le regaló a Rouhani un medallón de San Martín y copias en árabe e inglés de su encíclica sobre el medio ambiente.
Este miércoles el presidente continuará su viaje diplomático junto al Ministro de Cultura Dario Franceschini, con quien visitará el Coliseo romano.
El anterior presidente iraní le puso el velo a Ana Pastor
Las estatuas tapadas nos remiten a la polémica entrevista de Ana Pastor a Mahmud Ahmadineyad, presidente iraní hasta agosto de 2013. Dicha entrevista, en un periodo especialmente convulso para Irán, fue toda una azaña periodística para Ana Pastor, aunque para poder llevarla a cabo tuvo que cumplir con una severa condición: cubrirse la cabeza con un velo.
La conversación entre la periodista y el líder iraní se fue acalorando y, según aseguró ella, el velo se le fue deslizando "sin que se diera cuenta", hasta el punto de quedar con la cabeza totalmente descubierta. Algunos pusieron en duda este desliz, sobre todo dada la tensión que alcanzó la entrevista.
