La portavoz de VOX en la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, ha anunciado que entrega su escaño en la Asamblea de Madrid y abandona la política. En una comparecencia desde la Asamblea de Madrid ha acusado a la dirección nacional del partido de imponer "a dedo" a la nueva dirección provincial, de la que queda excluida.
Monasterio ha acusado a la dirección de VOX y Abascal de falta de democracia interna y ha asegurado que su salida solo se debe a una causa: "Hoy no soy persona de confianza del secretario general y del presidente".
El nuevo líder del partido en la región es José Antonio Fúster, perteneciente a un sector más duro, vinculado al clan Ariza, entre los que se encuentran Kiko Méndez-Monasterio, pero también en la cuerda de otros dirigentes como Jorge Buxadé.
El 'ala liberal' del partido quedó descabezado tras la salida de Iván Espinosa de los Monteros y, desde entonces, Rocío Monasterio había quedado apartada. Ya se le invitó a abandonar las lista electorales en las pasadas elecciones y la dirección nacional apenas tuvo participación en sus actos.
Destitución
La renuncia de Rocío Monasterio se produce un día después de que la dirección nacional de VOX haya anunciado su destitución como presidenta regional del partido. En el comunicado se anunciaba que Monasterio continuaría "siendo la portavoz del Grupo Parlamentario", que mantendría con Fúster al frente de la formación.
"Como presidenta de VOX Madrid, Monasterio ha logrado la implantación territorial de la formación en todo el territorio de la provincia consiguiendo ser la única fuerza política que en las pasadas elecciones municipales presentó candidatura en el cien por cien de los municipios", se podía leer en dicho texto.
La situación de VOX en Madrid, en todo caso, es complicada. El partido ya no es crucial para alcanzar la mayoría absoluta (que ostenta el PP en la Asamblea) y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha absorbido prácticamente todo su discurso.
