Hoy es un día señalado en el calendario, sobre todo para aquellas mujeres de Belfast, en Irlanda del Norte, que estaban buscando métodos clandestinos para abortar, puesto que la ley ahí lo prohíbe. Independientemente del motivo, sin tener en cuenta lo peligrosos que pueden ser algunos métodos clandestinos, en Irlanda del Norte aún no se ha dado el paso definitivo para legalizar el aborto. Es por eso que los 'robots del aborto' tomarán las calles, permitiendo que estas ciudadanas aborten sin romper ningún tipo de ley.
Probablemente os estéis preguntado cómo estos robots escapan a la ley, y es mucho más sencillo de lo que parece: están controlados desde Holanda, donde el aborto sí que está permitido. Las ciudadanas que tomen estas píldoras abortivas sí estarían cometiendo una ilegalidad, pero la iniciativa se ampara en la confidencialidad de los pacientes médicos, y en el hecho de que obligar a una mujer a realizarse una prueba de embarazo implica violar sus derechos humanos fundamentales.
Este movimiento no solo sirve para ayudar a las mujeres que se encuentren en esta situación, sino que también es una llamada de atención. Lo han organizado tres asociaciones feministas, que buscan hacer reflexionar a la población y a los políticos sobre lo restrictivo que es el aborto en este país.
El aborto legal y libre puede salvar vidas
La entrega se realizará hoy a la una de la tarde, en Amsterdam y en Belfast, y toda la información se puede consultar en las páginas de Facebook 'Women on Web' y 'Women on Waves', ya que emitirán en directo todo el proceso. Tras esto, se realizará un control mediante el llamado 'autobús del aborto', que irá recorriendo el país para ofrecer tanto apoyo médico como psicológico a las mujeres que lo requieran.
Pese a la polémica en torno al aborto que aún hay en muchos países, lo cierto es que ilegalizarlo no hace que deje de practicarse; únicamente obliga a las mujeres que quieren llevarlo a cabo el tener que buscar métodos alternativos, muchos de ellos muy peligrosos y que incluso podrían salvarle la vida. A esto hay que añadir que solo afecta a las mujeres de clase social baja, puesto que aquellas que gozan de privilegios económicos no tienen más que viajar a otro país donde esté legalizado para realizárselo, sin que esto sea ilegal.
