Mientras que muchos pensionistas no llegan a fin de mes o se ven obligados a hacer todo tipo de encaje de bolillos para estirar este salario y ayudar a su familia, la situación del rey Juan Carlos es todo privilegio.
El monarca, que actualmente cobra una pensión como jubilado, después de renunciar a continuar ejerciendo en este caso como rey emérito (una deicsión que adoptó el pasado 2 de junio de 2019), se ha embolsado... 153.211 euros en 2020. Y sin trabajo conocido, puesto que ni siquiera ha participado en actos.
Ese dinero parte del presupuesto público. Se corresponde con la parte proporcional que ha cobrado este año de la asignación que le dio su hijo, Felipe VI, cifrada en 194.232 euros anuales y que le ha retirado ahora tras la publicación de sus últimos escándalos.
El monarca ahora ya no recibe asignación y no tiene derecho a una pensión pública, puesto que los miembros de la Familia Real no cotizan nunca a la Seguridad Social. Con ello, el rey se ha embolsado como jubilado, sin obligaciones y en solo un año, más de 153.000 euros, en un país donde el suelo más frecuente se sitúa en los 1.000 euros mensuales.
Una inmensa fortuna
A pesar de no contar con asignación ni pensión, el rey Juan Carlos no se verá con problemas económicos. Junto con el sueldo que ha cobrado como rey, desde que ejerce como emérito (2014) hasta su jubilación (2019) ha recibido una asignación vitalicia de 187.356 euros anuales.
Los negocios privados en los que se ha involucrado durante años y que le han llevado a situarse en el centro de la diana, sin embargo, han sido clave para la fortuna que ha amasado. La revista Forbes le atribuye 2.000 millones de euros, como mínimo, en su cuenta corriente.
El petróleo ha sido su principal fuente de ingresos. Las acusaciones sobre las comisiones que en teoría cobraba por todos los barriles de petróleo que llegaban a España, que supuestamente terminaban en su bolsillo, han sido objeto de polémicas.
De hecho, en poco tiempo pasó a situarse en el 'top ten' de las fortunas más importantes del mundo para la revista Forbes, especializada en negocios y finanzas. Pero duró poco en el podio de esta publicación: por discreción, la revista tuvo que retirar su nombre.