La polémica en torno al lujoso chalé de 600.000 euros en el que vivirá el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y las múltiples críticas por sus contradictorias declaraciones; reabre un debate polémico: ¿Cuál es el nivel de vida de nuestros representantes políticos?
En este caso, hay casos encontrados, como el del alcalde de Cádiz José María González Kichi, que solo cobra como diputado autonómico (no como alcalde) y destina más del 40% de su salario a causas sociales. 4.000 euros mensuales, en total, llegan en sus cuentas.
Lejos de aquella circunstancia, nos encontramos con la Familia Real y en concreto, con el actual monarca: Felipe VI. En pleno año 2000, con 32 años, el entonces Príncipe de Asturias decidió construirse una lujosa residencia a tan solo un kilómetro del Palacio de la Zarzuela.
Conocido con el nombre de 'Pabellón del Príncipe', Felipe contó con una residencia de 3.000 metros cuatrados (cerca de 1.800 útiles), dividido en cuatro plantas -sótano, planta baja, primera planta y buhardilla- y una exquisita decoración a cuenta de Patrimonio Nacional. ¿La cuenta? En total, 4,2 millones de euros a cargo del contribuyente, tal y como relató en el 2000 el diario ABC.
La residencia de Felipe se produjo en pleno affaire con Eva Sannum y ha mantenido el complejo como residencia durante toda su relación con Letizia Ortiz. El Rey siente tanta vinculación por su chalé que, incluso, decidió mantener allí su residencia tras su coronación tras abdicar Juan Carlos I.
Separar su vida pública de su vida privada
La residencia del entonces príncipe garantizaba un mejor nivel de autonomía y privacidad sin abandonar el complejo de la Zarzuela. Ahora, con una agenda mucho más apretada tras su coronación como monarca, Felipe ha transformado sus espacios: su vida privada se desarrolla en el 'Pabellón del Príncipe' y su vida pública continúa en el Palacio de la Zarzuela, donde se mantienen los Reyes Eméritos.
Felipe VI utiliza, para ello, el antiguo despacho del Rey Juan Carlos y el resto de estancias protocolarias, en las que también realiza recepciones oficiales. Para ello, se traslada diariamente desde el Pabellón hacia el Palacio, separados por una distancia de 400 metros en línea recta. Sin embargo, Felipe opta por el coche, ya que el camino más cómodo disponible alarga la travesía a un kilómetro.
Piscina, cuatro habitaciones de servicio y un dormitorio de 110 metros cuadrados
Mientras tanto y en una época en la que la Casa Real intenta evitar los escándalos pasados con un perfil bajo, Felipe VI pasa gran parte del tiempo en su discreto y recóndito 'Pabellón'. Un complejo dividido en cuatro plantas (sótano, planta baja, primera planta y buhardilla). En el semisótano se incluyen cinco dormitorios, cuatro de servicio, cuatro baños, un aseo, una cocina y un salón comedor; entre otras estancias.
En la planta baja, encontramos la zona oficial, decorada combinando muebles de Patrimonio Nacional con otros nuevos. Allí se encuentran dos salas de audiencias, dos del consejo, una de espera, un dormitorio, dos despachos, cuatro aseos, un cuarto de servicio y un office.
Subiendo, en el primer piso se encuentra el área residencial, con cinco dormitorios, tres salas de estar, cinco baños, un aseo, un office, un cuarto de servicio, dos despachos y una terraza. En esta planta también se encuentra el dormitorio de los Reyes, que ocupa un total de 110 metros cuadrados (distribuidos en vestidor, baño y sala de estar con chimenea).
Junto al resto de la vivienda, el terreno también incorpora otros servicios, como una magnífica piscina y un entorno natural que permite alejarse del bullicio de la ciudad. Precisamente allí se encuentra el Palacio Real, fijado como residencia oficial de los reyes. Sin embargo, los monarcas descartan esta posibilidad porque, según aseguran, supondría un enorme gasto para las arcas públicas.