Tras desaparecer de la vida pública en junio de 2019 por deseo expreso de su hija, la infanta Elena, el rey don Juan Carlos ha vuelto a dar que hablar tras su última aparición en un evento tan mediático como la final de la Copa de Maestros, la cual se disputaban el español Rafael Nadal y el alemán Alexander Zverev.
El marido de doña Sofía se presentó en Londres para ser testigo directo de la competición, al mismo tiempo que su nuera doña Letizia y su hijo, el rey Felipe VI, viajaban a Cuba como primer viaje a la isla en sus 5 años de reinado. Un ambiente completamente distinto al que nos tiene acostumbrados el emérito, aunque siempre se ha dejado ver en este tipo de acontecimientos. Sin embargo, lo que realmente sorprendió fue la marca que presentaba en la cabeza, ligeramente sobre la frente. Por otro lado, pudimos ver al que fuera rey de España durante casi 40 años mucho más delgado que anteriores ocasiones.
Juan Carlos de Borbón se sentaba en un palco privado junto a la propia familia del deportista patrio, que desde hace una década hace historia en el panorama del tenis mundial y está considerado como uno de los mejores del mundo. Actualmente, el mallorquín encabeza el primer puesto en el ránking ATP. Todo un orgullo y es que llevar el nombre de España de esta manera por todo el planeta fue digno de reconocimiento y por tanto, don Juan Carlos no quiso perderse la cita.
FOTO: La familia de Nadal junto al Rey Juan Carlos durante el Nadal-Zverev pic.twitter.com/WFzxEVUDlq
— RAFA NADAL PARTIDO A PARTIDO (@RN_PAP) 12 de noviembre de 2019
No es la primera vez...
Lo cierto es que tras dar cuenta de su evidente pérdida de peso, muchos fueron los medios de comunicación que comenzaron a conjeturar acerca de lo que le había podido pasar. De hecho, el golpe de la cabeza parece reciente, porque lucía aún amoratado y aunque desde Palacio no han llegado noticias de qué es lo que le pudo ocurrir, el monarca estaría recibiendo las curas necesarias para tratar su afección craneal. A él se le veía tranquilo, animando al tenista, pendiente de cada detalle de lo que ocurría en el terreno de juego.
De cualquier modo, esta vez no pudo ser y probablemente, el abuelo de la princesa Leonor y la infanta Sofía se fue a casa un tanto triste después de que Rafa Nadal no pudiera alzarse con la victoria. Nadal perdió el encuentro de fase de grupos ante su contrincante alemán, que no hizo gala de benevolencia alguna en lo que al juego se refiere. No le pasó ni una y puso todo su empeño en ganar la vista. Lo consiguió. Sin embargo, el gran amigo del padre de don Felipe de Borbón tiene razones para estar feliz y es que hace poco celebró su enlace matrimonial con Xisca Perelló y se encuentra muchísimo mejor de las dolencias abdominales que imposibilitaron temporalmente su participación en competiciones y entrenamientos.
Si bien puede que no se trate de nada importante, no es la primera vez que el rey don Juan Carlos aparece con alguna magulladura en su rostro. La última vez que pudimos ver algo similar fue en marzo, cuando se mostró ante la prensa en la presentación de los carteles de la feria de San Isidro con lo que pudo ser un golpe bajo su ojo izquierdo, totalmente morado. Un hematoma nada discreto que intentó tapar con unas tiritas. En aquel entonces, algunas fuentes cercanas a Palacio aseguraron que el rey estaba en proceso de eliminar una pequeña mancha de su cara.