La noche de los Reyes Magos es, con toda seguridad, la más mágica del año, al menos para los más pequeños de la casa. Estos, con toda la ilusión del mundo, esperan ilusionados la llegada de Sus Majestades de Oriente y duermen nerviosos para despertar el seis de enero y correr a abrir todos los regalos y comprobar que Melchor, Gaspar y Batasar han probado los dulces que tiernamente les dejaron preparados la noche anterior.
Con los años esta magia se rompe. El momento de "la verdad" es el primer paso para dejar atrás esa inocente niñez. Sin embargo, pocos podrían imaginarse que esa revelación llegaría de la mano del rey Baltasar. Así, los niños de Adoain (Guipúzoa) se han llevado el chasco de su vida en plena Cabalgata.
Tras el desfile cargado de caramelos, luces y villancicos, los Reyes Magos congregaron a toda la ciudad en la plaza del Ayuntamiento, asomándose al balcón para saludar a todos los asistentes y dedicarles unas palabras. Fue entonces cuando Baltasar cogió el micro y la lió.
Bien es cierto que, por suerte, el elegido para meterse en la piel de tan ilustre personaje fue un hombre negro, por lo que no recurrieron a esa técnica de coger a un hombre blanco y pintarlo de negro. Pero claro, en lo que se refiere al idioma, el hombre andaba un poco verde, por lo que acabó liándose con las palabras revelando el "misterio" de la noche de Reyes. "Feliz Navidad a todos y que sepáis que los padres son los reyes", aseguró, para después despedirse como si tal cosa ante la incredulidad de los allí presentes.
Las explicaciones de Baltasar
Los que acudieron a la plaza del Ayuntamiento de Adoain no daban crédito a lo que acababan de escuchar de la boca del rey Baltasar. Con familias enteras y montones de niños, la situación se convirtió en algo verdaderamente incómodo. El momento corrió como la pólvora a través de las redes sociales, donde circulan varios videos del desliz.
Al finalizar el acto y al darse cuenta del lapsus, el rey Baltasar ha querido pedir disculpas a través de una grabación en la que ha explicado lo ocurrido. Los nervios le han jugado una mala pasada, lo que unido a que aún no maneja el castellano a la perfección, han provocado el lío: "Yo quería decir que los padres son los reyes de la casa, los que mandan".