Los reyes de España Felipe VI y Letizia se han convertido sin querer en los protagonistas de un vídeo que ya se ha hecho viral en Alemania. Los medios de comunicación y las redes sociales germanas se han hecho eco de unas imágenes con fecha del 8 de julio, tomadas durante el recibimiento en Audiencia en el Palacio de la Zarzuela a los miembros del Patronato de la Fundación Comité Español de los Colegios del Mundo Unido. Al acto también acudieron los patrocinadores de sus besas y los alumnos becados en la última edición de la misma.
Todos ellos fueron recibidos por los monarcas, pero un fallo de coordinación entre ambos les ha convertido en noticia. En la grabación que ya se ha hecho famosa en Alemania, se puede observar cómo el rey entra en el Salón de Audiencias antes que su mujer, que se distrae unos segundos hablando con los miembros de seguridad. Letizia, entonces, se acerca a Felipe y se posiciona a su izquierda. Enseguida el jefe de protocolo percibe que la colocación de la reina es incorrecta y le indica cuál es su lugar junto al rey, pero esta no hace caso a la indicación.
Tras el pequeño error protocolario, es Felipe VI, que está bien posicionado para recibir a los miembros del Patronato, quien tiene que avisar entre dientes a su esposa de que ese no es su lugar. Letizia entiende entonces su fallo, y con dos pasos se coloca en el lugar correcta pasando por detrás de su marido. Ya en sus posiciones, ambos con rostro serio comienzan a saludar uno a uno a sus visitantes.
Un fallo de protocolo sin importancia
Este vídeo, que apenas dura 50 segundos, se ha hecho portada en la popular revista del corazón alemana Gala. Las imágenes se han publicado bajo el titular "Vergonzoso error delante de las cámaras". Al parecer, para los periodistas alemanes la actitud de Letizia "es un gesto fuera de lugar y no es la manera más adecuada ni correcta de recibir a sus invitados", y añaden que "Felipe parece tener palabras serias con ella. Cualquiera pensaría que le daría un pequeño sermón a su esposa".
La prensa alemana, acostumbrada a mirar con lupa a las monarquías europeas, se hizo eco de este momento, pero el resto de la audiencia transcurrió con absoluta normalidad. Los monarcas sonrieron, saludaron y posaron para las fotos antes de pasar a un salón anexo para escuchar al grupo. Así la reina dio por cerrada una intensa mañana de actos oficiales, que transcurrió con tranquilidad a pesar de su gesto, que tanto dio que hablar.