Olivia Gimeno murió como consecuencia de un edema agudo de pulmón, según ha revelado el resultado de la autopsia realizada por el Instituto Anatómico Forense de Tenerife. Los forenses terminaron en la tarde de ayer el análisis y hoy han dado a conocer sus conclusiones a la autoridad judicial. Todavía falta el resultado de los análisis toxicológicos, biológicos e histopatológicos.
La Guardia Civil trabajaba con la siguiente hipótesis: Gimeno habría sedad a sus hijas, introducido en bolsas y arrojado al mar. La Benemérita halló en su casa una serie de fármacos que pueden ser empleados para tal efecto.
El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) señaló este sábado que la autopsia concluyó a las 15:00 horas del viernes, y ha puntualizado que el resto de conclusiones respecto a las pruebas realizadas quedan a la espera de los resultados del resto de los análisis.
El cuerpo de la niña de seis años fue encontrado a más de mil metros de profundidad el pasado jueves. El hallazgo rompió con la esperanza de que Tomás Gimeno pudiera haber huido a un país extranjero. Los esfuerzos se centran ahora en encontrar a Anna y al propio Tomás.
La Guardia Civil busca a Tomás para evitar que el caso quede abierto
Los investigadores creen que el padre se suicidó tras asesinar a las niñas. Por ello, el buque 'Ángeles Alvariño' tiene como objetivo encontrarle, aunque ha tenido que volver a puerto este sábado 12 de junio durante unas horas como consecuencia de una avería.
La madre de las pequeñas, Beatriz, dejó a Tomás Gimeno cuando todavía estaba embarazada de Anna ante el maltrato al que le sometía. Los investigadores tienen gran preocupación por encontrar el cuerpo del asesino, ya que si no se demuestra su suicido, el caso quedaría abierto de manera indefinida.