Hace poco, os hablamos de una nueva campaña de concienciación social que se estaba llevando a cabo en el País Vasco. La campaña, llevada a cabo por la Asociación de Familias de Menores Transexuales del País Vasco, llamada Chrysallis Euskal Herria, lo que buscaba era hacer que la sociedad comprendiera que el género de una persona va mucho más allá del sexo con el que nacen. Querían hacer especial hincapié en todos los niños transexuales que, por desgracia, aún a día de hoy sufren discriminación.
La campaña era sencilla y con un mensaje bien claro: "Hay niñas con pene y niños con vulva". El texto e acompañaba de dos niñas y dos niños; uno de los niños tenía pene, mientras que el otro tenía vulva, y una de las niñas tenía vulva, mientras que la otra tenía pene. Con toda la naturalidad del mundo, desde Chrysallis trataban de educar a una población que parece no haber reaccionado como se esperaba. Pronto comenzaron los ataques contra esta campaña pintando y destruyendo los carteles. Incluso, el grupo conservador ultracatólico HazteOír.org ha iniciado una recogida de firmas pidiendo su retirada tildando la camapaña de "corrupción de menores".
Más allá de las polémicas auspiciadas por aquellos que no creen en la libertad y los derechos, la redes sociales se han encargado de resucitar una entrevista realizada el pasado mes de octubre de 2016 a Nahiane, una niña vasca transexual de 9 años. En el programa '¡Ahora!' de EITB relató su experiencia demostrando que la transexualidad infantil e suna realidad.
"Llegó un punto en el que dijo que tenía ganas de morirse porque no podía ser una niña"
Acompañada de su madre, la pequeña Nahiane relató como eran sus días en el colegio cuando, para sus compañeros, aún era un niño: "Mis amigas no me dejaban jugar con ellas porque decían que yo era un niño". A pesar de que ella se lo explicaba, "no lo entendían", lo que supuso un calvario para ella: "Mi madre iba a buscarme y yo iba llorando todos los días porque no me gustaba".
La madre recordó en la entrevista que la niña comenzó a exteriorizar su verdadera identidad incluso antes de empezar a hablar: "Con juegos y dibujos, a su manera nos lo fue comunicando". Al principio fue difícil para la familia debido al desconocimento sobre esta realidad. "Le deciamos que no podía ser una niña. Le hemos dicho cosas muy duras", contó en el programa.
El punto de inflexión llegó cuando la niña se cuestionó su propia vida: "Llegó un punto en el que dijo que tenía ganas de morirse porque no podía ser una niña". En aquel momento comenzaron a informarse para iniciar la transición de la pequeña de la mejor manera posible. Trabajaron conjuntamente con le colegio para explicárselo a los alumnos a través de un cuento. La familia contó con la ayuda de Chrysall Euskal Herria, la misma responsable de la campaña "Hay niñas con pene y niños con vulva".
