El cohete descontrolado que había lanzado China y que corría el riesgo de caer sobre Madrid, finalmente ha aterrizado desintegrado sobre el Océano Índico. La mayoría de sus componentes han sido destruidos al reingresar en la atmósfera terrestre, según han publicado los medios estatales chinos.
Las coordenadas del punto de impacto se encuentran en el océano, en un punto situado en el oeste del archipiélago de Maldivas, según la información aportada por los medios chinos en base a la información de la Oficina de Ingeniería Espacial Tripulada de China.
Partes del cohete Larga Marcha 5B volvieron a entrar en la atmósfera a las 10:24 hora de Pekín, aterrizando en un lugar con las coordenadas a 72,47 grados de longitud este y 2,65 grados de latitud norte.
Pocas posibilidades de un impacto peligroso
Las posibilidades de registrar un impacto peligroso eran escasas. Con la mayor parte de nuestro planeta cubierta por agua, las probabilidades se reducían, sobre todo si se añadían probabilidades de lesiones, según apuntaron en su momento los expertos.
La incertidumbre, sin embargo, surgió sobre la descomposición orbital del cohete y la incapacidad de China de emitir garantías más fuertes en el período previo al reingreso, circunstancias que alimentaron las incógnitas sobre lo que podría ocurrir.
El cohete fue lanzado el pasado 29 de abril y se esperaba la reentrada del modulo CZ-5B en algún momento entre el sábado 8 y el domingo 9 de mayo. En concreto, se trata de un cuerpo cilíndrico de 31 metros de longitud y 5 metros de diámetro, con una masa de alrededor de 20 toneladas.