Desapués de seis temporadas, y a punto de comenzar la séptima, ya son decenas de restaurantes a los que ha acudido Alberto Chicote en su programa 'Pesadilla en la cocina'. El chef acude a estos locales para dar sus consejos y echar broncas ante la situación de precariedad que están atravesando. Suciedad en los fogones, mal servicio de camareros, cocineros con poca experiencia, jefes con mal humor, y muchos más problemas a los que se enfrenta Chicote con la intención de rescatar a estos negocios de la crisis que viven.
El chef se desvive por sacar a flote los locales que requieren de sus servicios. Pero, tal y como informa Play TV, hay ocasiones en las que no hay nada que hacer y es cuestión de tiempo que el negocio se vaya a pique. El medio de ABC ha hecho una lista incluyendo algunos de esos restaurantes que no han podido salir adelante a pesar de los consejos y las buenas intenciones de Alberto Chicote.
Varios restaurantes madrileños
En Madrid existen varios locales que tuvieron que bajar sus persianas a raíz de la visita de Chicote. El Castro de Lugo fue el primero de todos, y el principal motivo fue la terrible suciedad de sus cocinas. El restaurante, que servía comida típica de la gastronomía gallega, fue uno de los más famosos en todos los programas emitidos. Y es que Chicote tuvo que ir a vomitar al baño como consecuencia de la exagerada suciedad que encontró en la cocina. Había grasa pegada en la freidora, en las ollas y las sartenes y un olor insoportable que salía del frigorífico, en el que tenían comida podrida. Todo esto, sumando a la falta de compromiso de sus trabajadores, y de liderazo por parte del jefe, el restaurante tuvo que cerrar su cocina para siempre.
También en Madrid, restaurantes como el Baltias y el Juan de Austria colgaron el cartel de cerrado tras aparecer en 'Pesadilla en la cocina'. El primero, ubicado en el barrio de La Estrella, fue uno de los mayores retos para Chicote, principalmente por su mala relación con uno de los cocineros. Además de que la cocina estaba hecha un desastre, incluidas colillas y cucarachas por todos los lados, el presentador del programa discutió con el chef del restaurante después de probar uno de sus platos. El Juan de Austria era un asador que ha cerrado sus puertas después de tres años tras aparecer en televisión. Chicote y su equipo pusieron todos sus esfuerzos en renovar el local, pero esto no fue suficiente para cesar las críticas, y ahora sus dueños han decidido cerrar el negocio.
Restaurantes valencianos que cerraron sus cocinas
Tres restaurantes de la Comunidad Valenciana también han tenido que cerrar sus puertas después de recibir la visita de Chicote. En Alicante, el Da Vinci y el Hot Beach no consiguieron superar sus crisis pese a los esfuerzos del famoso chef de rescatarlos. En el caso del primero, aparecer en el programa fue una maldición para sus dueños, pues Chicote ordenó cambiar el decorado del restaurante y, pocas semanas después, un temporal lo devastó. Rafa Soler, el dueño del local, denunció al programa como el culpable de su quiebra, y declaró que Chicote le había pedido que no limpiara nada para poder grabarlo. Los hijos de este poco después reconocieron que la versión de su padre es mentira y que él es el único responsable del cierre.
El Hot Beach era un local de eventos del puerto del Alicante donde la comida era de poca calidad, las cucarachas corrían por la cocina, y los camareros bebían durante sus jornadas de trabajo. Con todo esto, el dueño del local pidió ayuda a Chicote y este se la otorgó, pero sus esfuerzos no fueron suficientes y el establecimiento tuvo que cerrar. Lo mismo le pasó al Phoenix, en Elche, que fue el último restaurante que visitó Chicote en la última temporada de su programa. El principal problema de esta bocatería es que no tenía cocinero, y además, su dueño Cristian, de origen italiano, tenía muy mal genio, lo que provocó grandes tensiones con el chef. A los pocos meses de la reapertura del local gracias a la ayuda de Chicote, el restaurante terminó echando la persiana.
Una denuncia colectiva al programa
Lo mismo ocurrió con el restaurante Irlanda, en Ferrol. Chicote reconoció que su comida no era mala, pero que la suciedad, y las tensiones entre los trabajadores llevaron el negocio a la quiebra. La última crítica en Tripadvisor, fechada en julio del 2018, dice que el restaurante"después de salir en la tele tuvo un "resurgimiento" pero poco duró".
Manoli, su propietaria, fue una de las impulsoras de una denuncia colectiva que varios locales decidieron interponer contra Chicote y su programa. Muchos de ellos se agruparon en la una asociación que se autodenomina Asociación de Afectados por Pesadilla en la Cocina. Todos ellos sufrieron las consecuencias de salir en estre programa de televisión, lo que provocó su propia pesadilla.