Esta vez no se trata de un nuevo sablazo hostelero, pero sí de una situación bastante irrisoria y también un tanto desafortunada para unas personas que acudieron a un restaurante en Denver (Colorado, Estados Unidos). No se podían creer lo que encontraron en su ticket cuando pidieron la cuenta.
Las redes sociales suelen estar plagadas de todo tipo de mensajes, fotos y vídeos en torno a este tipo de cuestiones, por lo que ya no es de extrañar que haya gente a la que hayan intentado sacar 120 euros por tres perritos calientes y un sándwich o 430 euros por dos platos de espagueti. Excesivo, sin duda, pero este tipo de casos no se han dado una sola vez, por lo que no nos sorprende.
Sin embargo, la situación ha alcanzado límites extremos cuando desde las redes sociales se daba cuenta del recibo que unos comensales habían recibido tras su cena el pasado 23 de diciembre de 2018. Quizá esta vez no se trata de un caso similar al de los anteriormente mencionados, pero aunque los dueños del restaurante Tom's Diner no hayan cobrado una millonada por el té helado, un café, un panini y un filete que sus comensales pidieron, incluyeron en su ticket un incremento por haber realizado una "pregunta estúpida" que seguramente les sacó los colores. Una gran sorpresa, o broma, según se mire, que tuvo un coste de 38 centavos.
Uno de los restaurantes más famosos de Denver
Según la comunidad de usuarios en la red, Tom's Diner es uno de los establecimientos más populares de la ciudad estadounidense, tiene muy buenas opiniones y de hecho, cuando propusieron su demolición, la clientela evitó que ocurriera y salvó el negocio. A día de hoy, es considerado uno de los lugares clave a la hora de almorzar y de hecho, también es parte del registro de lugares históricos del estado.
La publicación de este usuario en Instagram no ha podido evitar levantar todo tipo de reacciones, pues se ha hecho viral y es que lo gracioso de la asunto, de lo que seguramente los comensales no se percataron, es que en la carta del restaurante existe un apartado en el que aparecen descritas una serie de preguntas por las que se cobra una cantidad específica en caso de ser formuladas ante los empleados del local.
Esto nos permite deducir que los clientes habían sido puestos sobre aviso previamente y con total seguridad, ignoraron esta parte que figuraba en el listado de precios. Otra de las cosas que más han suscitado el interés de los usuarios ha sido saber cuál fue la pregunta que formularon ante los camareros del restaurante, aunque desgraciadamente el comensal no ha querido dar más detalles.