La portavoz de La Casa Blanca, Jen Psaki, ha dado una respuesta tajante a un periodista que le ha preguntado sobre el posicionamiento del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sobre si "vela por el no nacido" en el caso del aborto.
"Usted nunca ha estado embarazado", ha sido su respuesta. Sus palabras han llegado en el marco de la entrada en vigor de la controvertida ley antiaborto de Texas. Un periodista de Eternal World Television Network (EWTN), una red de televisión por cable católica, ha hecho la pregunta a Psaki sobre por qué Biden apoya la interrupción voluntaria del embarazo "si su propia fe católica enseña que el aborto es moralmente incorrecto".
La secretaria de Prensa de La Casa Blanca ha respondido que Biden "cree que es un derecho de la mujer, es el cuerpo de la mujer y es su elección". En ese momento, el periodista le ha cuestionado: "¿Quién cree, entonces, que debe velar por el no nacido?", a lo que Psaki, molesta, le ha respondido que la mujer debe tomar esas decisiones con su médico.
"He believes that it's a woman's right. It's a woman's body and it's her choice," White House press sec. Jen Psaki says when asked why Pres. Biden—who is Catholic—would support abortion access. https://t.co/u6gammftjI pic.twitter.com/IkUvkHFa0K
— ABC News (@ABC) September 2, 2021
"Sé que usted nunca ha afrontado esa decisión ni ha estado nunca embarazado, pero para las mujeres ahí fuera que hacen frente a esa elección es algo increíblemente difícil y el presidente opina que sus derechos deben respetarse", ha zanjado.
Biden, a favor del aborto
El presidente estadounidense, Joe Biden, se ha posicionado a favor de movilizar todos los recursos de su Gobierno para proteger el derecho al aborto en Texas, después de la entrada en vigor de una ley que prácticamente prohíbe por completo este tipo de intervenciones en este estado.
Biden ha arremetido en un comunicado contra el Tribunal Supremo del país, que cuenta con una mayoría conservadora reforzada y ha decidido no bloquear la norma, que entró en vigor el pasado miércoles 1 de septiembre, prohibiendo abortar a las seis semanas de gestación.
El mandatario norteamericano considera que la decisión judicial es "un ataque sin precedentes a los derechos constitucionales de las mujeres", garantizados en el fallo de 1973 en el caso de Roe contra Wade, gracias al que el aborto fue reconocido como un derecho constitucional.
La nueva ley de Texas veta el aborto a las seis semanas de gestación, cuando se puede detectar el latido del corazón del feto y muchas mujeres todavía no saben que están embarazadas, sin contemplar excepciones en casos de incesto o violación. Además, permite a particulares presentar demandas civiles contra cualquiera que ayude a una embarazada a abortar si creen que infringen la prohibición y ofrece indemnizaciones de hasta 10.000 dólares al demandante si gana.
La ley fue firmada en mayor por el gobernador del estado, el republicado Greg Abbott, después de recibir el visto bueno de la Cámara Baja y el Senado estatal, ambas controladas por los conservadores. Poco después de entrar en vigor, el Supremo del país optó por no bloquear la ley, con un resultado ajustado de 5-4, lo que supuso un rechazo a la solicitud de emergencia presentada por varias clínicas y profesionales médicos de ese estado para detener la norma.