Quizás nadie lo pensó, pero tras permitir la celebración del Spannabis, en el que se fomenta el cultivo y consumo de marihuana, las autoridades que se dirigieron a la zona encontraron que en la zona había gente con... ¡droga!
Tal cual. La polémica llega porque esta edición de la feria se celebra por primera vez en Madrid después de que haya abandonado Barcelona. Y claro, entre tanta fuga de empresas de Cataluña y mientras que en la capital sacan pecho de ello; el Ayuntamiento de Madrid quiso poner facilidades para que la feria se consagrase en la ciudad... y cedió un espacio de su titularidad. La polémica estaba servida.
Servida, sobre todo, porque se da la paradoja de que la misma institución que te cede un espacio para hacer apología de una sustancia, te multa con hasta 3.000 euros por poseerla. Parece que no tiene mucho sentido.
Llegados a ese punto, se podría haber aprovechado para, recién abierto, pasar el cepillo y solucionar esa deuda municipal heredada que se está arreglando, ciertamente, aunque con mucho trabajo por hacer.
Volviendo al asunto de la noticia, en total se abrieron hasta 26 expedientes por tenencia y consumo de drogas. Las autoridades del ayuntamiento que permitió celebrar el acto aprovecharon para colocar en una mesa todo el cargamento incautado y que fuera fotografiado por los medios.
La mayoría de las incautaciones llegaron tras comprobar que muchos de los asistentes estaban consumiendo marihuana, en la fiesta de la marihuana, tanto dentro como fuera del local. Aunque, para defensa de la Policía Municipal, hay que reconocer que dentro del recinto no se podía consumir y muchos lo hicieron.
Dejando de lado que el consumo de cannabis ayuda a desarrollar enfermedades tan variadas como el cáncer o la esquizofrenia; hay que reconocer que la feria que hace apología de su consumo fue un completo éxito.