Los relojes inteligentes han llegado a nuestra vida para quedarse, pese a que todavía no estén tan asentados como sí lo están otros dispositivos electrónicos (como los teléfonos móviles o las tablets, por ejemplo). Al principio, con todas las innovaciones suele suceder lo mismo: necesitan un tiempo para encontrar su hueco en el mercado, y nosotros necesitamos un tiempo para hacerles un hueco en nuestra vida.
Pero los smartwatches no solo necesitan un poco de tiempo, sino que también van a necesitar unos cuantos reajustes para ser completamente funcionales. Y es que aparecieron como dispositivos más accesibles que los teléfonos móviles pero, por ahora, no han demostrado serlo. Mientras que podemos usar el teléfono con una mano, para el reloj necesitaremos dos: la mano de la muñeca en la que se encuentra, y la otra, con la que realmente controlaremos lo que sucede dentro del reloj. Por suerte, unos investigadores de Darmouth se han dado cuenta de esto, y han decidido ponerse manos a la obra.
Estos investigadores han diseñado un prototipo de smartwatch, llamado WristWhirl. Lo que pretenden es conseguir un reloj inteligente que se pueda usar con una mano; por ser más específicos, con la mano en la que lo llevas puesto. Con una pantalla de dos pulgadas, una pulsera y una docena de sensores infrarrojos de proximidad, Xing Dong-Yang y su equipo han creado un reloj inteligente que funciona cuando tú gesticulas con la mano.
Los sensores de proximidad controlan todo el movimiento de la muñeca y de la mano; esos datos son enviados instantáneamente al reloj, donde se traducen en movimientos de un cursor virtual. Si inclinas la mano hacia abajo, el cursor se moverá hacia abajo, y si lo mueves hacia arriba, hacia arriba. Para pasar de una aplicación a otra, o incluso para jugar a juegos, lo único que tendrá que hacer el usuario es mover la mano en la que tenga puesto el reloj. Además, no solo detecta estos gestos, sino que también responde a los sonidos que se producen al chasquear los dedos, siendo este sonido la clave para bloquear y desbloquear el dispositivo.
Sí, es cierto que ya hay relojes inteligentes que incorporan este tipo de sensores (giroscopios y acelerómetros, fundamentalmente), pero solo para algunas funciones específicas. Por ejemplo, si movéis el reloj haréis zoom en un mapa, siempre y cuando os encontréis dentro de la aplicación de mapas, pero poco más. Por lo tanto, estamos ante una forma de ver los relojes inteligentes totalmente diferente.
La pega de este reloj es que, al estar todo el rato moviendo la mano, puede que parezca que nos está dando una ataque, que estamos llamando a alguien, o que no estamos bien de la cabeza. Pero lo mismo pensábamos de esa gente que hablaba por la calle con los auriculares Bluetooth, puesto que no sabías si estaba hablando por teléfono o solo... ¡Y ahora ya nos hemos acostumbrado!
Está por ver si usar un reloj inteligente así es más fácil que usarlo como hasta ahora lo hemos hecho, o no. Desde luego, es un avance que podría hacer que, en un futuro, los movimientos de la mano pudieran ser mucho más discretos o, incluso, apenas perceptibles. Ahora mismo estamos tan solo ante un prototipo cuyos desarrolladores aún tienen que continuar mejorando.