La relación entre Albert Rivera y la cantante Malú está generando un auténtico cisma dentro de Ciudadanos. Y las vacaciones de verano, lejos de apaciguarlo, está siendo el origen de una auténtica pelea interna.
El punto de inflexión parte de cómo está viviendo Rivera estos meses, en los que la pareja ha impuesto un secretismo absoluto. Tanto, que incluso sus familiares y amigos no tienen constancia de dónde se encuentran en este momento, solo que se trata de un apartamento de lujo localizado en una localidad costera y alejado de la multitud. Con ellos, también se encuentra la hija de Albert, Daniela, que ha disfrutado de las vacaciones este mes de agosto en virtud del periodo que le corresponde como padre.
Rivera se muestra ahora feliz en compañía de su hija y de Malú, de quien dicen que él ha mostrado el mayor interés en iniciar la relación. Sin embargo, en el círculo más cerrado de Rivera dentro del partido hay mucha desconfianza en la pareja del líder naranja.
"Habríamos preferido que nuestro presidente tuviera como pareja sentimental a una mujer menos mediática y con un perfil más bajo. Al final, Albert siempre aparece en esta historia en un segundo plano, eclipsado por la cantante... Y eso es muy contraproducente de cara al electorado", ha confesado un miembro del partido al diario La Razón. Precisamente, Rivera no se prodiga en público desde que salió de un hospital aquejado de una gastroenteritis.
Los compañeros de Rivera consideran que, en cuanto Malú retome su carrera musical, tendrá la capacidad de eclipsar al propio Albert Rivera. Y ponen aquí el ejemplo de Begoña Gómez, la esposa de Pedro Sánchez: "Ella se ha dado cuenta de que se estaba sobreexponiendo y ha dado marcha atrás".
El entorno de Rivera no quiere evidenciar estas fisuras en público, pero dan un punto que puede levantar una verdadera crisis: esa vuelta de Malú a una gira. "Ya veremos cómo lleva Rivera tantas ausencias. Nadie se imagina a Malú como primera dama si algún día ganamos unas elecciones generales. A ella no le gustan los oficialismos", han lamentado.
Y lo cierto es que los papeles que ambos mantienen son muy distintos. De hecho, se llegó a rumorear con las reticencias de la intérprete por hacer pública su relación con Albert Rivera. ¿El motivo? Que el público la posicione en un lado del tablero ideológico y comiencen los vetos. Quizás por ello, sus exposiciones públicas se han limitado desde que la relación entre ambos saltó a la arena mediática.
Completamente desaparecido
El verano de Albert Rivera está siendo largo y ahora, con el incendio de Canarias, hay quien lamenta la presencia de Pablo Casado por el terreno mientras que el candidato naranja se limitaba a anunciar en Twitter sus llamadas a las autoridades locales. Rivera tampoco asistió a la investidura de Díaz Ayuso, donde finalmente había colocado a seis consejeros y un vicepresidente en la Comunidad de Madrid.
"Nuestro presidente presta excesiva atención a su pareja, olvidándose, en ocasiones, de que el partido le necesita cien por cien", reconoce un miembro de la dirección de Ciudadanos en declaraciones a La Razón. La propia Malú ha dejado algunas pinceladas de sus vacaciones en sus redes sociales, aunque ambos no aparecen en ningún momento.
Porque el actual tiempo político, con la posibilidad de que las elecciones vuelvan a repetirse en otoño, hacen necesaria una mayor exposición mediática, al menos a juicio de estos dirigentes: "No son buenos tiempos y Albert debería motivarse mucho más, al igual que hacen otros líderes. Entendemos que el amor es importante, sí, pero no hasta el punto de que nuestro líder sea más noticia por su vida personal que por la profesional. Mal pinta la cosa si todo sigue igual", asegura.
Mala relación con su suegro
La relación de Albert Rivera ha traído también algunas pinceladas sobre la situación con su familia política. Por ejemplo, con el padre de Malú Pepe de Lucía, que es inexistente. El cantante llegó a decir: "Si Albert Rivera no me pide la mano de mi hija, le doy un guantazo".
Pero lo cierto es que Malú no se habla con su padre desde que se separó de su madre para estar con otra mujer más joven. Sí hay más relación con Pepi, la madre de la intérprete, con quien Rivera también ha compartido paseos y almuerzos.
Ambos ya viven bajo el mismo techo en un chalé de La Finca, aunque se están preparando para trasladarse a una vivienda aún más lujosa: una mansión de seis dormitorios, cinco cuartos de baño y una parcela de más de 2.000 metros cuadrados. La ha comprado Malú por un 1.500.000 euros, según algunos rumores.
La pareja vivirá en La Florida, cerca de la carretera de La Coruña y tendrá como vecinos a la cantante Paloma San Basilio o Jorge Javier Vázquez, aunque en este caso de manera temporal: el presentador está preparándose para mudarse a otra vivienda.