El parlamento británico estudia promulgar un proyecto de ley que vete a las páginas web que ofrezcan contenidos pornográficos con "prácticas no convencionales". Sin embargo, tanto los productores de este tipo de contenido, como los propietarios de las páginas web se preguntan: ¿Qué es lo convencional?
Según una lista publicada por la BBFC, organismo encargado de clasificar los vídeos para su alquiler o venta comercial, entre las prácticas poco convencionales se incluyen: azotes que dejan marca, actos sexuales con orina o menstruación, fisting anal o vaginal y la eyaculación femenina (debe ser que la masculina si está bien vista). Estas prácticas, que son legales para mayores de 16 años con consentimiento, se pueden grabar, distribuir y ver en la mayoría de las democracias occidentales.
La censura de estos vídeos recaería en el organismo antes citado, BBFC, que desde hace un mes se encarga también de la verificación por edades para el contenido on-line.
La medida forma parte de un proyecto de ley presentado en el ámbito de la economía digital, el cual se encuentra en plena tramitación parlamentaria. Si finalmente se aprobase, los proveedores de Internet deberán bloquear aquellas páginas web que alojen contenidos prohibidos en la lista. No significa que las web no puedan ofrecer este tipo de material, aunque no podrán verse en el Reino Unido.
La industria del porno en contra
La medida ha generado una gran polémica en el sector del porno, ya que consideran que es una norma que discrimina y censura prácticas legales.
El proyecto de ley viene acompañado de otras normas que también han suscitado controversia, como la verificación de edad en el acceso a páginas web de adultos. Las voces más críticas se levantan contra este mandato porque advierten sobre el peligro de recolectar información privada de los usuarios, un jugoso tesoro para crakers.