El polémico 'Brexit' ha reavivado una histórica disputa territorial entre Madrid y Londres: la soberanía del Peñón de Gibraltar. Ante la posibilidad de que el territorio pueda terminar bajo soberanía española, el gobierno británico podría acudir a la guerra para evitarlo, según ha declarado el exlíder del Partido Conservador, Lord Michael Howard.
"Hace 35 años, otra mujer y primera ministra mandó una fuerza de choque a la otra punta del mundo para defender la libertad de otro pequeño grupo de británicos contra otro país de habla hispana... Estoy absolutamente convencido de que nuestra 'premier' mostrará la misma resolución", ha declarado a la cadena 'Sky News'. Howard hace mención, en este caso, a la Guerra de las Malvinas, un conflicto que provocó más de 1.600 muertos y en el que Argentina y Gran Bretaña se disputaban la soberanía del mencionado archipiélago.
Mientras tanto, el Ejecutivo encabezado por la líder conservadora Theresa May no ha querido manifestarse públicamente en contra o a favor de sus palabras, pero Michael Howard tiene una fuerte influencia dentro de su formación: entre 2003 y 2005 fue líder de la oposición a Tony Blair. Previamente, también había ejercido como secretario de Estado de Empleo con Margaret Tatcher y había sido secretario de Interior con John Major.
La postura del exlíder ha sido fuertemente criticada por los miembros de la oposición. Tim Farron, líder del Partido liberal demócrata, que ha asegurado: "en tan solo unos pocos días la derecha conservadora se está convirtiendo a nuestros aliados en potenciales enemigos a largo plazo", así como ha querido criticar que "es increíble que una semana después de invocar el artículo 50 -que da inicio al Brexit- el Gobierno ya esté planteando guerras contra nuestros vecinos europeos".
No es el primer miembro del Ejecutivo en pronunciarse
A pesar de ello, el ministro de Defensa, Michael Fallon, ya había anunciado en la 'BBC' la intención del Gobierno británico de "proteger Gibraltar hasta el final" y aseguró que la soberanía del Peñón no puede sufrir cambios "sin el consentimiento de los gibraltareños", aunque bien es cierto que no había alcanzado el fuerte tono de las palabras de Michael Howard.
Todas estas declaraciones se suman a las realizadas por el titular británico de Exteriores, Boris Johnson, que anunció que el apoyo a Gibraltar seguiría siendo "implacable y como una roca". Johnson, que fue el primer cargo público en pronunciarse sobre el asunto, aseguro que su gobierno está "comprometido a implicar plenamente a Gibraltar en el Brexit".
Gibraltar y el Brexit
Lo cierto es que la salida de la Unión Europea supone un duro golpe para los habitantes de dicho territorio, que tendrán que usar un pasaporte para cualquier desplazamiento a las localidades limítrofes, algo que también podría afectar a su economía y turismo, que verán la llegada de aranceles para una localidad rodeada de territorio comunitario.
Muestra de que el interés por permanecer en Europa de los gibraltareños era bastante alto, es que el 95% de los habitantes terminaron votando a favor del sí a la UE. Pero sus aspiraciones no llegaron a buen puerto, algo que ha utilizado el gobierno español para recuperar una vieja reivindicación histórica.
El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, ya mostró su disconformidad con la posibilidad de mantener una soberanía compartida entre Reino Unido y España. A su juicio, esta situación sería "absolutamente horrible" y equivaldría "a vivir en tierra de otros". "Estoy seguro de que el Gobierno británico bateará por Gibraltar", aseguró en declaraciones a 'BBC', puesto que considera que el Peñón "no es una ficha de cambio sobre la mesa".
Pero lo cierto es que los habitantes del Peñón pueden disfrutar de múltiples ventajas por estar dentro de la Unión Europea, como por ejemplo mantenerse dentro del mercado europeo, algo muy importante para el gran número de empresas que mantienen su sede social en el territorio. Además, no hay que olvidar que la única salida por tierra es con España con quien ahora se intensifica el conflicto territorial.
El precedente de las Malvinas
En abril de 1982 una flota armada procedente de Argentina se disponía a desembarcar en las islas Malvinas para conseguir la soberanía del país latinoamericano sobre este archipiélago situado en el extremo sur del continente latinoamericano.
Rápidamente, el gobierno británico de Margaret Thatcher decidió reaccionar y pidió una rectificación que no llegaba. Por ello, terminó declarando la guerra a Argentina con el fin de defender la soberanía de las islas.
Entre abril y junio se produjeron casi 1.000 muertes en conflicto, una cifra que aumenta hasta las 1.600 si se tienen en cuenta las bajas que provocaron los suicidios en ambos bandos. Finalmente, en junio las tropas británicas desalojaban las islas y recuperaban su soberanía.
El conflicto supuso la caída de la Junta Militar argentina y al consolicacion de Thatcher en el poder, pero también todo un precedente sobre la actuación de Reino Unido en este tipo de situaciones. Sin embargo, dadas las circunstancias actuales, parece bastante improbable que España y Reino Unido puedan terminar en una situación tan extrema.