El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha confirmado el final de las restricciones impuestas para contener el avance de la pandemia del coronavirus, que se ejecutará el próximo miércoles 26 de enero. La mascarilla dejará de ser obligatoria en todos los sitios, además de eliminarse las recomendaciones sobre el teletrabajo y la necesidad de presentar el pasaporte sanitario para acceder a determinadas instalaciones.
Además, desde este jueves, las mascarillas tampoco serán obligatorias en las aulas escolares, aunque el Gobierno todavía sugerirá el uso de algún tipo de cobertura facial en espacios en los que se den aglomeraciones, tal y como ha indicado Boris Johnson.
En cuanto a las cuarentenas para quienes den positivo en Covid-19, el Gobierno británico prevé, con gran probabilidad, que se anulen a partir del próximo 24 de marzo, fecha en la que expira la normativa que impone el aislamiento para las personas que hayan sufrido un contagio. Por el momento, ya se han reducido a cinco días completos con dos test negativos.
Boris Johnson, asediado por el escándalo 'Partygate', relacionado con las fiestas celebradas en Downing Street sin cumplir ninguna de las medidas que su propio Ejecutivo imponía para frenar el avance de la pandemia, ha asegurado que el Gobierno "mantuvo Inglaterra abierta" durante la pasada Navidad y Año Nuevo y ha defendido que adoptó "correctamente las decisiones más duras".
Pico de contagios
Sin embargo, el premier británico ha asegurado que los últimos datos de la pandemia sugieren que, probablemente, la ola de contagios provocada por el avance de ómicron ha alcanzado su pico en todo el país. Además, ha señalado que las hospitalizaciones se han estabilizado en muchas áreas, mientras que en Londres incluso están disminuyendo.
Varios ministros británicos ya se habían mostrado convencidos en los días pasados de que las restricciones se levantarían el próximo 26 de enero, mientras que los contagios diarios ya estaban estabilizándose. Sin embargo, el pasado martes, el Ministerio de Salud confirmó 94.432 casos y 438 fallecidos. Este último dato representa la cifra más alta desde febrero de 2021, aunque el número de fallecidos por la pandemia podría haberse visto alterado por los retrasos en la contabilización de datos los fines de semana.
La prensa local, que cita a fuentes de Westminster, enmarca esta decisión de Boris Johnson en su intención de mantenerse en el cargo, cuando parte del Partido Conservador y la opinión social piden su dimisión por las fiestas en Downing Street, con una fuerte caída de apoyos en las encuestas.
El líder de los laboristas, Keir Starmer, ha asegurado que apoyará la decisión siempre que esté respaldada por la evidencia científica, así como ha asegurado que Johnson debe "asegurarle a los ciudadanos que está actuando para proteger su salud, no solo su trabajo".