El gobierno escocés se ha convertiro en el primero en ofrecer gratuitamente compresas y tampones a mujeres provenientes de hogares con problemas económicos. De esta medida se podrán beneficiar un total de 1.000 personas que cuenten con rentas bajas. Un proyecto para el que el Gobierno ha dedicado 50.000 euros anuales.
La decisión, pionera en el mundo, parte de la Secretaria de Igualdad, Angela Constance, que ha querido defender públicamente la medida: "Como parte de nuestros objetivos más amplios para erradicar la pobreza de nuestro país, estamos explorando cómo hacer que los productos estén disponibles gratuitamente para las personas con bajos ingresos". La idea inicial es comprobar cómo funciona en la región de Aberdeen, con una prueba piloto, para después extenderlo al resto del territorio.
La Secretaria considera que esta iniciativa, además de ser contribuir a fomentar la igualdad, era completamente imprescindible: "es inaceptable que cualquier niña o mujer de Escocia no pueda acceder a estos productos básicos".
Con esta iniciativa, se cumplen las peticiones que llevaban realizando desde hacía tiempo los colectivos feministas. Algunos han llegado a solicitar la gratuidad o la exención (o reducción) del IVA. Algo que, en España, no sucede, ya que están gravados con el tipo más alto al no considerarse un bien de primera necesidad.
"El piloto de Aberdeen es un primer paso para ayudarnos a entender las barreras que enfrentan las mujeres y las niás y para ayudarnos a desarrollar una solución sensible y digna para hacer que estos productos sean fácilmente accesibles para quienes los necesitan", ha afirmado la secretaria de Igualdad.
El uso de compresas y tampones es esencial para cualquier mujer en edad fértil. El gasto medio por mujer a lo largo de esta etapa suele ser de alrededor 1.000 euros, algo que se reduce a tan sólo 90 con productos ecológicos y mucho más asequibles como la denominada copa menstrual.
Si la iniciativa prospera en la mencionada región, el gobierno no descarta extenderla al resto de los territorios, lo que convertiría a Escocia en todo un territorio pionero en esta materia.
