Regina Cabeza, la mujer de 47 años desaparecida en Zaragoza, ha aparecido finalmente sin vida en un descampado próximo a la capital aragonesa, situado en las cercanías del Centro Politécnico Superior (CPS).
Los agentes han trasladado el cuerpo para realizar la autopsia y concretar los motivos de la muerte, aunque a priorio no existen signos de violencia. La mujer sufría una severa depresión y se cree que fue víctima de la enfermedad que arrastraba durante los últimos años.
La mujer desapareció el pasado miércoles 22 de enero de su domicilio de Zaragoza sin dejar ningún tipo de rastro. Su esposo Javier López asegura que sufría una crisis fuerte por la depresión que arrastraba desde hacía varios años. Sus vecinos del barrio de Zalfonada, así como los investigadores de la Policía Nacional, se encuentran inmersos en una búsqueda para localizar su paradero.
Regina Cabeza abandonó el domicilio sin portar sus llaves, pero sí su documentación y algo de dinero, según indica su marido. Salió de la vivienda con un abrigo negro de plumas, pantalón rojo de cuero y un gorro de lana sin pompón.
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— ???????????????????????? ???????????????????????????????????????????????? (@sosdesaparecido) January 23, 2020
Como consecuencia de la enfermedad que padece necesita recibir tratamiento, por lo que el transcurso de las horas pudo ser vital. La pareja de Regina, Francisco Javier, aseguró entonces que ella podría estar algo nerviosa, aunque los peores efectos se harían palpables durante los próximos días.
La Policía Nacional ya ha recibido varias llamadas con información, aunque la línea de investigación solo fija un dato como realmente fiable: que, tras marcharse de la vivienda, un familiar la reconoció. Junto a la policía, también se han desplegado otros miembros de seguridad y voluntarios de todo tipo de sectores, entre los que destacan barrenderos, conductores de autobuses o taxistas.
La familia mantuvo la esperanza hasta el final
La familia creyó en la posibilidad de encontrarla con vida hasta el final. Con ello, las familiares citaron dos hipótesis: que estuviera refugiada en un centro comercial o, la más plausible, que fuera sido ingresada en algún hospital.
Las autoridades han organizado un protocolo para buscar a la mujer en todos los centros públicos de Zaragoza en el momento posterior al cierre. Sin embargo, finalmente se ha confirmado el peor desenlace posible para esta triste historia.