Normalmente, cuando una persona pierde un diente, ya sea por una caries o por otras afecciones como la anodoncia (crecen menos dientes de lo normal) o la hiperdoncia (crecen más dientes de lo normal), la única solución es el uso de implantes o dentaduras postizas. Esto podría llegar a cambiar gracias a un medicamento que han creado unos científicos japoneses y que ya ha tenido éxito con diversos animales. Se espera que este fármaco pueda utilizarse a partir de 2030.
El jefe del departamento de odontología y cirugía oral del Instituto de Investigación Médica de la ciudad de Osaka, Katsu Takahashi, afirma que "la idea de hacer crecer dientes nuevos es el sueño de todo dentista". Por ello ha empezado a llevar a cabo esta iniciativa junto con su equipo que promete regenerar los dientes caídos. Las investigaciones delatan que existe una proteína que hace que el crecimiento de los dientes se limite; por tanto, estos científicos han formado unos anticuerpos capaces de bloquear esta proteína y, de esta forma, hacer que crezcan los dientes.
A diferencia de animales como el tiburón, que pueden regenerar su dentadura, los seres humanos únicamente disponemos de dos juegos de dientes. Sin embargo, los investigadores aseguran que disponemos de las "yemas" para crear un tercer juego. Además, el equipo de Takahashi afirma que un tercio de los pacientes con hiperdoncia tienen la capacidad de generar un tercer juego de dientes. Por ello, parece ser que la capacidad del ser humano de formar una tercera dentadura se perdió por motivos evolutivos.
Cómo ha sido el proceso de descubrimiento
En el año 2005, la experimentación con roedores reveló que los ejemplares que no tenían un gen disponían de más piezas dentales. De esta forma se descubrió que había una proteína que impedía el crecimiento de los dientes: la USAG-1.
Así, todo el equipo de Takahashi se centró en la mutación de un solo gen, creando un medicamento que bloquearía la proteína que hacía que los ratones nacieran con menos dientes. En el año 2021 se comprobó la eficacia de este fármaco con el incremento de los dientes en los animales. Se estima que para el año 2024 se empezarán a realizar las pruebas en seres humanos, y en el año 2030 el medicamento empezará a venderse en farmacias. El primer paso será su utilización en niños de 2 a 6 años con anodoncia.
