Ha dado la vuelta al mundo, ha causado indignación, ha encendido una respuesta favorable al recibimiento de refugiados. Ha provocado lágrimas, ha llevado la desesperación que se llevaba viviendo meses en las costas a las portadas de los medios de comunicación de todo el mundo. La imagen de Aylan Kurdi, el niño ahogado en la playa turca, una denuncia social en sí misma, parece haber obligado de una vez por todas a los gobiernos europeos a actuar, a mover ficha, a dejar de lamentarse y empezar a intentar poner remedio a tantos otros Aylan cuyos cadáveres llegaban a las costas sin que nadie se parase a llorar su muerte en nuestro frenético día a día.
El drama de la inmigración hacia Europa, casi de un día para otro, se ha vuelto el principal tema de debate en el continente y gran parte del mundo. Nuestro plácido día a día se está viendo afectado por el intento de miles de personas de buscar un futuro mejor, y es que Europa se enfrenta a la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial. Guerras, pobreza, desesperación, ¿qué lleva a miles de personas a arriesgar su vida por un futuro incierto en un continente en crisis?
1 ¿Por qué se produce ahora esta masiva migración hacia Europa?
La terrible situación en Siria es el principal motivo por el cual la mayor parte de los refugiados han huido de este país. La Guerra Civil que sufre Siria ha dificultado enormemente el acceso a agua potable o alimentos, está quebrando a las familias en bandos y provocando la muerte de más de 65.000 civiles y casi 250.000 personas en total. Al frente del gobierno sirio dirigido por Bashar Al-Asad y apoyado por Hezbolá e Irán (con el apoyo armamentístico además de Rusia, Irak y Corea del Norte) y al rebelde de los opositores al gobierno formado por moderados e islamistas se le ha sumado también un Estado Islámico en guerra con todos los bandos que está complicando, aún más si cabe, la situación en el país.
Ante este panorama, la mayoría de los desplazados han decidido viajar a Europa intentando evitar los campos de refugiados de los países vecinos. También ha ayudado a incentivar esta migración la decisión de Alemania de no enviar de vuelta a los países desde donde entraron en la Unión Europea a los refugiados sirios. No se puede descartar tampoco que la posible tomas de medidas más radicales por parte del gobierno húngaro esté incentivando realizar el desplazamiento cuanto antes para evitar quedarse sin posibilidad de llegar a territorio europeo.
2 ¿Cuántas personas están llegando? ¿De dónde vienen? ¿Adónde van?
En lo que llevamos de 2015, hasta 322.914 inmigrantes y refugiados han conseguido llegar a Europa tras cruzar el Mediterráneo por las diferentes rutas que muestra la imagen, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Este organismo asegura que, del total, 209.457 han llegado a Grecia, 111.197 a Italia, 2.166 a España y 94 a Malta.
Utilizando la ruta Mediterráneo-Este, con Hungría como puerta de acceso al espacio Schengen, más de 132.240 inmigrantes y refugiados habrían llegado a Europa, según los datos proporcionados por Frontex. El agravamiento de la situación en Siria ha conducido a un gran flujo migratorio cuyo epicentro en Austria con más de 80.000 personas que podrían pedir asilo en el país, está cambiando la respuesta de las instituciones europeas frente a este reto, que nunca ha sido realmente exclusivo de los países del sur del continente.
El principal punto de partida ha sido Libia, desde donde han partido centenares de barcazas en las peores condiciones posibles atestadas de inmigrantes de distinta procedencia, entre los que destacan además de los sirios por la situación anteriormente descrita (43%) los afganos (12%), eritreos (10%), nigerianos (5%) y somalíes (3%). Hay que destacar también que no solo son los países europeos los receptores de inmigrantes pese a que sea lo que se destaque en los medios de comunicación. Son los países vecinos de Siria los que han recibido la mayor parte de los refugiados, más de tres millones de ellos de momento.
El destino preferido para los inmigrantes que quieren llegar a Europa cruzando el Mediterráneo o ya lo han hecho es Alemania, que proyecta la recepción de más de 800.000 solicitudes de asilo, unas cuatro veces más que el año pasado y más que cualquier otro país de la Unión Europea. En lo que va de 2015 se han tramitado ya más de 652.000 demandas de asilo, aunque se espera que sean muchas más. De ellas, el 20% habían sido interpuestas por ciudadanos sirios.
3 ¿Cuál está siendo la respuesta de la Unión Europea?
La respuesta de la Unión Europea (UE) y de sus países miembros ha sido calificada por ACNUR y asociaciones en favor de los derechos humanos como Amnistía Internacional como "vergonzosa" o "lamentable". Numerosos organismos internacionales y plataformas en defensa de los derechos de los refugiados llevan meses exigiendo una respuesta colectiva y efectiva ante una situación que se viene produciendo desde hace meses y cuyo estallido podría haberse evitado de haberse tomado en serio el problema migratorio desde un primer momento por parte de las autoridades comunitarias y los gobiernos.
La estrategia marco para afrontar la inmigración en el Mediterráneo planteada por la Comisión Europea en mayo de este mismo año iba en la dirección adecuada al permitir evitar la necesidad de unanimidad mediante el Artículo 78.3 del Tratado de la UE. La legitimidad legal que aporta este artículo como mecanismo de emergencia para hacer frente a las situaciones que se venían produciendo en las fronteras exteriores de la UE, especialmente Italia y Grecia, es positiva, pero no resuelve en ningún modo el problema de raíz. Tampoco lo resuelve la reubicación de los solicitantes de asilo, que es un parche de nuevo positivo pero que únicamente responde parcialmente a una situación de emergencia.
Lamentablemente, la respuesta de la UE parece atender únicamente a la magnitud de las catástrofes que se van produciendo en sus fronteras. Una crisis, una respuesta incompleta para calmar los ánimos. El naufragio en abril de un barco con más de 700 inmigrantes produjo un tímido avance, la fotografía del pequeño Aylan Kurdi y la desesperación en la estación de trenes de Hungría reflejada por los medios de comunicación a continuación probablemente consigan otro avance. De momento, al menos ha logrado modificar la vergonzosa posición del gobierno de España en las negociaciones europeas tras la reunión con Angel Merkel la pasada semana. Ahora parece que, además, el ejecutivo de Rajoy pretende tener un papel más activo en el conflicto Sirio al ver que Francia y Alemania comienzan a estudiar cómo frenar la crisis siria y, por lo tanto, el flujo migratorio hacia sus países. Aunque parezca mentira, el mismo gobierno español que no sabe cómo organizarse para recibir a los refugiados que exige la Comisión cree que sabe cómo hay que hacer frente a la guerra en Siria.
La indignación levantada con la fotografía también ha permitido ver la hipocresía del gobierno conservador de Cameron, que un día rechazaba hacer nada y prometía un duro castigo a los inmigrantes ilegales de Reino Unido para pasar al siguiente a lamentarse por la situación de quienes se mueren intentando llegar a Europa. Finalmente, también parece haber conseguido que Alemania se tome un poco más en serio este reto al ver que ya no solo afecta a España, Italia o Grecia y que se trata de algo a lo que tiene que hacer frente el conjunto de países europeos.
En todo caso, parece francamente improbable que se actúe con un plan realmente a la altura del reto al que la UE tiene que hacer frente. Aún con la llegada de esa hipotética actuación, sería una actuación que ya llega demasiado tarde para demasiadas personas cuyos derechos han sido acuchillados con vergonzosas vallas en la frontera de la Hungría extremista de Viktor Orban o han quedado ahogados para siempre en las costas del Mediterráneo.