La sanidad pública española es uno de los grandes tesoros de España, no hay que dudarlo en ningún momento y, por ello, hay que cuidarlo. Sin embargo, los recortes y la precarización del sistema sanitario han llevado a una situación límite. Una enfermedad estacional como la gripe -y ahora la epidemia del coronavirus-, hace que se agrave un problema que ya de por sí existe: urgencias abarrotadas, pacientes hacinados en los pasillos o lista de espera interminables.
Esta realidad se vive en hospitales como el de A Coruña, donde la gripe tiene al borde del colapso total al sistema de urgencias. Sus profesionales no han dudado a la hora de denunciar la precariedad y presión laboral a la que están sometidos. "La realidad es que se está muriendo gente en los pasillos de urgencias", señala Inés Cendón, portavoz de la Coordinadora anti privatización de Sanidad de A Coruña, a LaSexta.
"Hemos salido de los turnos llorando, con una impotencia tremenda porque no podemos dar la calidad que queremos dar", explica Isabel López Antelo, del Servicio de Urgencias del hospital de Santiago. Cuyos profesionales continúan en una huelga que dura más de 3 meses. "¿Qué piensan nuestros gestores cuando ven a la gente tirada en los pasillos?", se pregunta Almudena Currás, enfermera y secretaria comarcal de CC.OO. en A Coruña.
Falta de personal y medios
Uno de los problemas causantes del hacinamiento en Urgencias es la paupérrima Atención Primera debido a la falta de personal y medios. Por ello, las listas de espera son "intolerables", dice Manuel González Moreira, delegado de CIGA en la Junta de Personal, e insiste en la "falta de personal". Cataluña, por ejemplo, es una de las comunidades con más lista de espera tanto en atención especializada como en el propio médico de cabecera.
Madrid o la Comunidad Valenciana, entre otras también tienen diversos problemas en sus sistemas sanitarios. Se suman a las interminables e inadmisibles listas de espera o al retraso en el servicio de ambulancias.
