El 3 de octubre de 2016, después de varios años alejada del foco mediático, Cristina Ortiz, más conocida como La Veneno, reapareció a lo grande para presentar su libro de memorias '¡Digo! Ni puta ni santa', escrito por la periodista Valeria Vegas. Poco más de un mes después, el 5 de noviembre, su novio la encontró semi inconsciente en su casa con el cuerpo lleno de moratones y una gran brecha en la cabeza que le produjo un traumatismo craneoencefálico que requirió intervención quirúrgica. Cuatro días después, el 9, falleció.
La muerte de La Veneno se denominó accidente doméstico pero ni siquiera se archivó como un accidente doméstico. Según el forense no había señales de violencia externa y la juez, basándose en el informe del forense, cerró el caso. Lo archivó sin esperar a las pruebas de genética de las muestras de sangre recogidas en el domicilio. Dos años después, el informe determinó que esas muestras recogidas en el colchón de Cristina eran de una tercera persona, pero nunca se hizo una comparación genética.
El caso de Cristina Ortiz ha vuelto a ocupar la primera línea gracias a 'Veneno', la serie de Los Javis, que hace un repaso a la vida del popular icono trans. Algunos de sus familiares han pedido en el Juzgado de Instrucción número 53 de Madrid la reapertura del caso. Para ello han presentado la investigación del criminólogo Óscar Tarruella, que defiende que la muerte de La Veneno no fue un accidente, sino un claro homicidio.
Tarruella empezó a trabajar en este suceso a finales de 2019, cuando un familiar de Cristina Ortiz lo llamó de manera unilateral. "Me contactó a través del caso de Mario Biondo (pareja de la presentadora Raquel Sánchez Silva) y me solicitó que lo investigase. Veo claramente que se trata de un homicidio", apunta.
La responsable de la UCI y el servicio de Samur que la trasladó al hospital describieron en sus informes todas las contusiones que tenía Cristina Ortiz. Tanto la Policía científica que acudió a la UCI a hacerle fotografías como la inspección ocular sobre el cuerpo también constataron lesiones. Sin embago, el forense solo valoró el traumatismo craneoencefálico, obviando el resto de contusiones en manos, rodillas y labios.
Ahora, a través de la plataforma Change.org se ha empezado a promover una recogida de firmas reclamando justicia para La Veneno. "Muestra tu apoyo firmando la petición de reapertura del caso de Cristina Ortiz Rodrígue para que se permita iniciar la investigación de su muerte violenta, no accidental, y para que se realicen todas las pruebas y peticiones legales que permitan hacer justicia", reza la petición.
Cristina Ortiz, un icono
Nacida en Adra, un pequeño pueblo de Almería, el 19 de marzo de 1964, Cristina Ortiz fue una mujer transexual que saltó a la fama en 1996 de la mano de 'Esta noche cuzamos el Mississippi', programa de Pepe Nacarro que la descubió cuando ejercia la prostitución en el Parque del Oeste. La Veneno, como era conocida dio visibilidad a las personas transgénero y supuso "un ejemplo de resistencia y valentía".
Su fuerte carácter y personalidad la convirtieron en un ídolo. Sin embargo, habiendo llevado una vida difícil marcada por los malos tratos en la infancia, los excesos y el alto precio de la fama marcaron su vida.
