Spencer Elden, el niño que aparecía en la famosa portada del disco 'Nevermind' (1991) de Nirvana, denunció a los exintegrantes y herederos del grupo, acusándolos de pornografía infantil, por mostrar en la imagen del álbum una fotografía suya de bebé completamente desnudo.
"Los acusados promocionaron pornografía infantil de Spencer de manera intencional y comercial e hicieron uso de la impactante naturaleza de su imagen para promocionarse a sí mismos y su música a costa de Spencer", aseguraba la denuncia presentada en un juzgado californiano. La demanda también sostenía que los acusados se beneficiaron y continuaron beneficiándose de "la comercialización de la explotación sexual" de Elden.
El protagonista de la portada buscaba una indemnización por, según decía la demanda, "los daños que ha sufrido y seguirá sufriendo de por vida". Sin embargo, un juez de California ha rechazado su demanda.
El magistrado Fernando M. Olguin determinó en un escrito que Elden no presentó dentro del tiempo establecido su respuesta a la petición de los exintegrantes y herederos de Nirvana para que el caso fuese desestimado y procedió por tanto a dar la razón a la defensa.
Sin embargo, el juez se mostró abierto a enmendar su decisión y potencialmente considerar el caso si el querellante presenta una nueva demanda dentro del plazo establecido de diez días a partir de la decisión judicial. Si Elden no presenta esta nueva demanda en el plazo, el caso será desestimado definitivamente y el querellante no podrá volver a demandar.
Entre los señalados por esta denuncia aparecen Dave Grohl y Krist Novoselic, que junto al legendario y desaparecido Kurt Cobain (1967-1994) componían la formación clásica de Nirvana. La demanda también apunta a Kirk Weddle, que fue el fotógrafo de la portada de Nevermind; y a Courtney Love como heredera del patrimonio de Cobain. La denuncia también acusaba a Chad Channing, que fue batería de Nirvana en sus primeros años y que abandonó la formación en 1990, es decir, antes de que se editara 'Nevermind'.
"Nirvana boy"
Pero lo cierto es que Spencer Elden ha sabido sacar tajada a eso de ser el "Nirvana boy", como él mismo se ha autoproclamado. Según apuntan los letrados, Elden ha recreado la foto por dinero "muchas veces", incluso se tatuó el título del álbum en el pecho, apareció en un programa de entrevistas y lo uso como reclamo amoroso. El equipo legal de Nirvana afirmó que el plazo de prescripción había expirado y que las afirmaciones de Elden eran demasiado "absurdas" para siquiera considerarlas.