La vuelta a la denominada 'nueva normalidad' no implica su mantenimiento. Los rebrotes que se están registrando en algunos puntos del país ya están provocando confinamientos selectivos, aunque hay una comarca que se arriesga a volver a la fase 1 de manera indefinida: Segrià, con capital en Lleida.
La Generalitat está estudiando esta posibilidad, que podría aprobarse a partir del próximo 10 de julio, coincidiendo con la fecha en que los alumnos finalizarán los exámenes de la EBAU (Selectividad). Todo dependerá de la evolución de la situación epidemiológica.
La toma de esta decisión corresponde a la Generalitat de Cataluña, ya que el mando único sanitario terminó con el fin del estado de alarma. Con la vuelta a la fase 1, Lleida volvería a cerrar centros comerciales, solo abriría tiendas hasta 400 metros cuadrados, solo podrían reunirse 10 personas o aforos del 30%. Además, surge la duda sobre cómo se limitará la movilidad entre esta comarca y los territorios anexos.
Lo cierto es que la situación en esta comarca es crítica. Hay registrados hasta 15 rebrotes y se espera que el número de casos solo vaya a ir en aumento ante el desarrollo de síntomas de muchos de los infectados que todavía no han sido diagnosticados.
Actualmente, la ciudad de Lleida permanece en fase 2 y la comarca del Segrià, la tercera más grande de Cataluña, continua aislada. Hay 69 pacientes actualmente ingresados, pero se esperan muchos más y el hospital Arnau de Vilanova, el más grande de la provincia de Lleida, está colapsado. La Generalitat se ha visto obligada, de hecho, a construir otro hospital de campaña anexo, mientras que ya dedica tres plantas al completo para atender a pacientes con Covid-19.
Medidas adoptadas con gran tardanza
Con esta situación crítica, cabe preguntarse el motivo por el que Segrià registra el peor brote de toda España. Los sanitarios denuncian que las autoridades han tardado demasiado en establecer protocolos de control, además de que se pidió a los ciudadanos de la franja (la zona de Aragón que limita con Cataluña) que viniesen a tratarse a los hospitales de la zona.
Desde la celebración de la Noche de San Juan se registran fuertes aumentos en el número de casos, pero entonces nadie hizo nada. La gente que estaba fuera de la zona empezó a recibir recomendaciones para no acercarse, pero nadie controlaba las salidas.
Esto ha provocado que el rebrote de Segrià se haya extendido a otras provincias como Catellón o Guipúzcoa. La trazabilidad ha confirmado que estos pequeños focos provenían de este territorio.
