La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado una nueva rebaja de impuestos durante el Debate sobre el Estado de la Región. Se trata de rebajas fiscales sobre los impuestos de sucesiones y donaciones, así como una deducción en el alquiler de viviendas.
El recorte más llamativo está relacionado con la tasa de sucesiones y donaciones, diseñada para gravar las herencias, fomentar la igualdad de oportunidades y la promoción de la cultura del esfuerzo generacional en aquellas familias con mayor renta.
A partir del 1 de enero de 2025, se elevará la bonificación al 50% para las operaciones entre hermanos y entre tíos y sobrinos por consanguinidad, que actualmente se encuentra en el 25%. De este modo, Madrid será la primera región que introduce la medida en ambas modalidades del impuesto para este grado de parentesco.
De este modo, los beneficiarios que ya disfrutan de una desgravación media de unos 10.000 euros, el 25% actual, se sumarán a otros 10.000 euros hasta completar el 50% que ahora se aprueba. Beneficiará especialmente a las donaciones más abultadas, en una región que retiró el impuesto de Patrimonio y que solo recuperó temporalmente con el objetivo de neutralizar una tasa a las grandes fortunas del Gobierno.
La Comunidad de Madrid ha celebrado que las nuevas rebajas fiscales supondrán el ahorro de casi 130 millones de euros anuales y que beneficiarán alrededor de 13.000 madrileños, con una media de 10.000 euros por beneficiario. Aunque la falta de entrada de presupuesto en las arcas regionales puede suponer una merma en otros servicios básicos que también suponen un coste para los ciudadanos...
Recortes en la sanidad pública mientras rebaja impuestos
Mientras tanto, el Gobierno regional de Isabel Díaz Ayuso mantiene recortes en la sanidad pública alegando falta de presupuesto. Así se muestra tan solo consultando la partida destinada en 2024, que ha resultado inferior respecto a 2022, a la vez que se ha incrementado el concierto destinado a la privada.
El dato toma relevancia, cuando en 2022 se comprobó que la partida destinada a Sanidad tuvo que superar el dinero presupuestado porque entonces el Gobierno regional no acertó en los cálculos. La memoria de gasto del Servicio Madrileño dedicó entonces una partida de 8.542,1 millones, pero finalmente ascendió hasta 11.293 millones de euros.
Una práctica que ya se ha convertido en una costumbre en el Gobierno regional, como denuncian los profesionales médicos, puesto que destina una infradotación presupuestaria que después se debe corregir al alza, pero que está disminuyendo y tiene consecuencias en el servicio.
Junto con el cierre de las urgencias ambulatorias y la retirada de profesionales médicos en algunos puntos de atención bajo estas características, los hospitales están sufriendo las consecuencias de vivir en la región situada por debajo de la media en camas por habitantes.
Considerando el incremento del PIB regional, la inversión fue del 3,6% en 2019 en Sanidad, y se redujo hasta el 3,5% en 2024, después de la pandemia. Los sindicatos han denunciado las carencias estructurales del sistema, que todavía no están resueltas, como la saturación de atención primaria, su extensión, expansión de la cartera sanitaria o la atención a las nuevas necesidades del envejecimiento.
Mientras se recortan los ingresos en las arcas regionales, Madrid sigue siendo la región que destina menos dinero a la Sanidad por habitante. Un análisis comparativo de FASDP la sitúa en última posición, con 1.468 euros por habitante, frente a 1.555 de Murcia o 1.576 en Cataluña; lejos de los 2.311 de País Vasco o los 2.311 de Asturias.
En la urgencia de La Paz, pacientes en los pasillos y camas en doble fila. El hospital mantiene varias plantas cerradas "para ahorrar", porque son así de "eficientes". pic.twitter.com/I5k7QTTyDx
— Urgencias y Emergencias de Madrid en Lucha (@Urgenciaslapaz) September 11, 2024
Un escenario que tiene consecuencias directas en la calidad de atención de los pacientes. Especialmente relevantes han sido las imágenes grabadas recientemente en el Hospital La Paz, con cinco plantas cerradas bajo el argumento de ahorro en el presupuesto mientras los pacientes permanecen hacinados en los pasillos y se han llegado a colocar marcapasos en sillones con salas compartidas con otros pacientes.
Recortes en la educación pública mientras rebaja impuestos
El Gobierno regional también reduce los ingresos en la arcas regionales a la vez que continúa ejecutando recortes en la educación pública. Un dato de muestra: la educación madrileña ha perdido más de 14.000 plazas solo en tres cursos como consecuencia de la delación del ejecutivo autonómico en esta materia.
Solo durante este curso 2024/2025 se han recortado 2.845 plazas, que suponen 109 aulas menos destinadas a la educación de los menores bajo un régimen de igualdad de oportunidades. El informe elaborado por la Federación de Enseñanza indica que la mayor pérdida se da en Educación Infantil y Primaria, con la supresión de 69 aulas, mientras que en Secundaria desaparecen 40.
La tendencia sigue, denuncia CCOO, la política que ha desarrollado el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso durante los últimos años y que tiene como objetivo vulnerar el derecho de las familias a la libre elección de escuela para sus hijos, impidiendo elegir plazas que dejan de existir.
Las zonas más afectadas se encuentran en el sur (Alcorcón, Leganés, Móstoles, Parla y Pinto), con menor renta en la región, al igual que en los distritos sur y este de la capital, con especial incidencia en Villa de Vallecas, San Blas y Hortaleza.
Mientras se ejecuta esta política, la presidenta madrileña ha destinado un 33% el presupuesto de las becas para la Educación Infantil que permite a las familias que ganan más de 100.000 euros acudir a centros privados. Se ha elevado este año 2024 desde 50,6 millones a 67,3, que supone para las familias de renta alta de la región recibir de 1.947 euros a 3.113 euros anuales.
Subida del transporte público
Además, queda la duda sobre el futuro de los precios del transporte público en la región, en los que se ha valorado en repetidas ocasiones una subida que eliminaría la subvención del Gobierno central, que aprobó su rebaja en plena inflación.
El ejecutivo regional ha lanzado varios globos sonda relacionados con el incremento de precios. De este modo, el abono transporte para los residentes en la capital pasaría drásticamente de 21,80 euros a 54,60 de manera repentina, pero se dispararía de 38,80 euros a 72 euros para un vecino de Parla o Móstoles o desde 32,80 euros a 82 para cualquier residente en Aranjuez.
Por el momento, la prórroga en la reducción de los precios al transporte público se mantiene activa y el Ejecutivo madrileño todavía no ha anunciado si será definitiva después de más de dos años, mientras que ha lanzado la posibilidad de retornar a las tarifas anteriores. Medidas que ocurren mientras se reducen los impuestos en la región.
