El miércoles, mientras La Liga pedía que se aplazara el Barcelona-Madrid, (que iba a disputarse el próximo sábado 26 y al final será el miércoles 18 de diciembre), la Sagrada Familia se veía obligada a cerrar sus puertas al público a causa de una manifestación del grupo 'Pícnic x República'. Valorando estos hechos, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska declaraba este viernes 18 de octubre que "se puede visitar Barcelona con total normalidad". Recalcó, además, que los incidentes los provocan solo "grupos reducidos" y "en momentos y lugares concretos".
Estrategia fallida
El Gobierno, que ya intentó negociar con los líderes independentistas y se vio criticado por las fuerzas de la oposición, decide empezar una nueva táctica: crear una realidad paralela.
La tensión diaria que se vive en Cataluña desde la sentencia del Supremo impide tratar con normalidad la situación. La paralización del Aeropuerto del Prat, vuelos y trenes cancelados, carreteras cortadas e incluso una huelga general han sido las protestas diurnas que no han causado problemas.
No tantos, al menos, como los que se suceden en las noches de Barcelona: peleas, lanzamientos de piedras, bolas de acero, botellas, quemas de contenedores, encendido de barricadas y cientos de heridos. Entre ellos, 207 policías. Uno de ellos ha tenido incluso que ser evacuado de la capital catalana en estado 'grave'.
#Barcelona día 5... los ciudadanos se merecen que esto se zanje ya. pic.twitter.com/DO15DHbXFR
— Alfonso Egea (@Alfonso_Egea) October 19, 2019
Realidad y advertencias
Dejando a un lado la normalidad y la realidad paralela en la que se quisieron sumergir, el ministro del Interior, tras conocer el hecho de que un policía hubiera tenido que ser evacuado por su grave estado, se refirió por fin a los "comportamientos vandálicos intolerables". Asimismo, advirtió estrictamente de que aplicarían "al independentismo violento el código penal con toda contundencia, y a todo independentista que actúe fuera de la ley también".
Espera
Los sucesos más graves, como el bloqueo de 400 radicales a la Comisaría Superior de Policía Nacional en la Via Laietana, provocaron las dudas sobre cuándo pensaría actuar el Gobierno y decidiría mandar refuerzos. Marlaska mantuvo que el dispositivo se encuentra preparado, pero se dará un paso al frente "cuando la realidad alcance la base". Como si no la hubiera alcanzado ya.
#LoMásVisto | Un agente de la Policía Nacional quedó inconsciente por el lanzamiento de objetos por parte de radicales durante las protestas en Vía Laietana. Tuvo que ser evacuado por sus compañeros https://t.co/5PSI0mhDJK | ???? Jesús Hierro / ABC pic.twitter.com/0aRELeOBcg
— Europa Press (@europapress) October 19, 2019
Marlaska quiso hacer hincapié en los hechos menos sonados. Por ejemplo, en que las marchas que coincidieron ayer en Barcelona a causa de la huelga general lo hicieron pacíficamente y la inactividad no tuvo mucha repercusión. Recalcó, además, que hubo 500.000 participantes, y quiso reforzar su realidad paralela admitiendo que fue una "cifra mucho menor a las reunidas en las últimas Diadas".
Minoritarios, pero muy organizados
Aun observando lo ocurrido cada noche de protestas, Marlaska mantiene que los enfrentamientos fueron "escasos" y "muy esporádicos". Indica, además, que los grupos son minoritarios, pero muy organizados y con una buena estrategia.
Los periodistas identificaron su discurso con el intento de normalizar la situación, por lo que Marlaska se corrigió a sí mismo: "No creo haber hablado de normalidad", manteniendo que en una situación normal los derechos fundamentales podrían ejercerse de forma pacífica, algo imposible con violencia.
Más de 100 detenidos
Marlaska defendió además la actuación de los cuerpos policiales e informó de que ayer había ya 128 detenidos. De ellos, 9 estaban en prisión provisional por atentar contra la autoridad, y se enfrentan hasta a 6 años de cárcel. Además, aclara que el número de arrestos aumentará debido a que las diferentes instituciones policiales están realizando labores de identificación. "No habrá impunidad", sentenció.
????54 detenidos y 18 agentes heridos en la quinta noche de #disturbiosBarcelona, según el último balance de los @mossos????Plaza de Urquinaona y la Via Laietana quedaron llena de adoquines lanzados contra los agentes pic.twitter.com/R1kBDbrQdP
— Noticias CMM (@CMM_noticias) October 19, 2019
Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno en funciones declaraba a Europa Press que se declina por la "moderación" y que deben calmarse los ánimos. Asimismo, ante la postura del Gobierno, mantuvo que el Estado no debe ceder al impulso de la exaltación y reiteró las palabras de Marlaska, admitiendo que es el que mejor podría decidir si Barcelona es visitable y segura.