La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, mantiene su mantra liberal en la manida curva de Laffer, una discutida teoría que sostiene que los impuestos bajos permiten captar rentas más altas y, con ello, recaudar más dinero porque se convierte en un territorio más atractivo para los inversores.
Bajo esta premisa, Ayuso ha eliminado los últimos tres impuestos propios que mantenía el ejecutivo regional, tres tasas (sobre las tragaperras, sobre los vertederos de residuos y el de recargo de actividades económicas que ya no estaba aplicando), que ahorrarán 0,70 céntimos a cada madrileño. La propia presidenta madrileña sostuvo que las constantes bajadas del PP habían atraído a rentas más altas.
Pero no hay nada más lejos de la realidad. Los datos de la Agencia Tributaria demuestran que en los últimos cinco años hay otros tres territorios con impuestos más altos, que sí cobran los tributos que no carga Madrid, que sí atraen fortunas más altas. Se trata de Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía.
Estas tres comunidades autónomas atraen a un mayor número de ricos, si se entiende como personas que están obligadas a presentar una declaración de Patrimonio y un volumen mayor de fortunas que la Comunidad de Madrid.
Además, deja claro que en este mismo lustro ha aumentado de manera notable el patrimonio que dichos ricos poseen y que lo han hecho de una manera más notoria en dichos territorios que en Madrid, donde ha aumentado en casi 68.000 millones de euros frente a los 53.500 de Madrid.
Tres comunidades que recaudan mientras Madrid perdona
Todo esto sucede mientras que Cataluña, Andalucía y Valencia han recaudado una media de 701 millones de euros por el impuesto de Patrimonio mientras que Madrid se ha dedicado a perdonar 859 millones por ejercicio. Sin embargo, este hecho no le ha ayudado a atraer mayores rentas ni ha acumular una mayor inversión en sus cuentas públicas para invertir, por ejemplo, en servicios sociales.
Entre otros factores para tener en cuenta este hecho, cabe destacar que hay una gran dificultad para cambiar el domicilio fiscal en España y que se establecen grandes controles para evitar el fraude. Por otro lado, la Comunidad de Madrid pierde constantemente gran dinero en recaudación que sí están recibiendo otras comunidades autónomas.
No es el único dato a tener en cuenta. En Aragón, por ejemplo, el número de declarantes se duplicó con creces, siendo la comunidad con mayor presión fiscal en ese tributo al obligar al declararlo a partir de una cartera de bienes muebles e inmuebles de 400.000 euros. El crecimiento allí triplica en número al de Madrid, sin haberse producido la fuga masiva de la que alerta el PP madrileño en base al mantra neoliberal. Las fortunas, de hecho, se han disparado al pasar de 15.-306 a 24.309 millones de euros.
