El Real Madrid ha deshechado su temporada con más de tres meses aún por disputar todas las competiciones. Y lo peor, se ha ido todo al traste en siete días. Siete días que, para mal, pasarán a la historia, ya no sólo del cuadro blanco, sino que serán recordadas por muchos motivos en el mundo del fútbol. Tres derrotas en una semana, tres caídas en el Santiago Bernabéu. Un pésimo registro que no se recuerda y que no está en ninguna hemerotca.
El FC Barcelona consiguió solventar la eliminatoria de Copa del Rey y apear a los de Solari de la final, dejándole K.O. de la primera competición para, cuatro días después, volver a visitar el feudo blanco con la clara idea de finiquitar su ventaja en La Liga. Dicho y hecho. El gol de Rakitic dejaba a los blancos a doce puntos y con el torneo de la regularidad prácticamente utópico. Pero lo peor estaba por llegar. El Ajax sorprendía en el Bernabéu haciéndole a los madridistas un auténtico traje con una oda al fútbol y un 1-4 que dejaban fuera al Real Madrid de su competición fetiche, la Champions League. ¿Y ahora, qué?
Revolución deportiva y patrimonial
"Logramos cuatro Champions en cinco años sin que se nos subiera el vino a la cabeza", confesaba el Vicepresidente del Real Madrid, Pedro López Jiménez, en la Asamblea de Compromisarios en la que se hablaba y se ponía en valor lo que conseguido en el último lustro. Meses después de pronunciar estas palabras, parece que los blancos tendrán que afrontar un duro, ajetreado y costoso verano para volver a tener la cabeza en el éxito del que hablaba López.
Son muchos los nombres que se barajan y ninguno de ellos será un fichaje barato. El mercado se ha inflaccionado en los últimos años y la inyección económica del capital árabe harán que toda operación que realice Florentino Pérez tendrá un coste más elevado al precio de mercado. Es el caso de Neymar Júnior o Mbappé, dos jugadores que anhela el mandatario madridista y que podrían salir por alrededor de 200 o 250 millones de euros cada uno. Una verdadera barbaridad.
Pero el problema reside en que ni un jugador ni dos parece que serán suficientes para paliar la desilusión que la hinchada madiridista vive. La contratación de un entrenador y un refuerzo por línea mínimo -a excepción de la portería- eleva el coste de todo a un precio casi incalculable, pero que rondaría los 1.000 millones de euros. Porque no todo ronda lo meramente deportivo, ni mucho menos.
Florentino quiere seguir cuidando el patrimonio del club y ahí entra en escena el Santiago Bernabéu. El feudo blanco sufrirá una remodelación ya aprobada que costará casi 600 millones de euros y que harán del estadio madridista uno de los más atractivos del panorama europeo y mundial.
Muchos nombres en la mesa
Además de los mencionados Neymar y Mbappé, Florentino y José Ángel Sánchez -mano derecha del presidente- barajan otros nombres como los de Harry Kane o Mohamed Salah que no bajarían el precio de los 150 millones de euros. Atacantes que harían un buen 'roto' en las arcas blancas.
Pero no acaba aquí, ya que las demás posiciones también han elevado su coste, Prueba de ello son los 80 'kilos' que el Liverpool pagó por Van Dijk, central o los 140 que el Barcelona pagó por Coutinho -interior- o los 75 por De Jong -mediocentro-. La revolución blanca ha comenzado y dejará mucho dinero en el camino.
