Reino Unido -y Europa en su conjunto- entró en shock al conocer el asesinato de la promesa laborista Jo Cox en mitad de la polémica del Brexit, contra el cual Cox estaba haciendo campaña. Los medios no han desaprovechado la oportunidad de relacionar el asesinato con el debate que estos días sacude el Reino Unido. Por ejemplo, en Australia ABC atribuye parte de la causa del asesinato al aumento de la "temperatura nacional" causado por las "inflamatorias palabras" lanzadas desde "ambos lados" en un "país dividido". Temperatura que, tras esto, amenaza con hacerse insoportable. En España, La Vanguardia también relaciona el crimen con una campaña "imprudente y deshonesta" que estos días se encontraba más reñida que nunca, encontrándose el 'sí' a la salida por encima del 'no' en la mayoría de encuestas de las islas.
Las reacciones, por otro lado, no se han hecho esperar. Su marido, según informa The Telegraph, ha urgido a los ciudadanos a "luchar contra el odio que la mató", tratando de alejar la causa del asesinato del "credo, raza o religión", tan solo identificándolo como un odio "venenoso" contra el que Cox luchó en vida. En la misma línea, los líderes políticos, con el conservador Cameron y el laborista Corbyn a la cabeza, han mandado sus condolencias a la familia de la ex parlamentaria, evitando instrumentalizar el crimen en la campaña del Brexit.
Fariboz Moshirian sostiene que esto cambiará 'la psicología de la campaña'
Aunque la mayoría de medios recogen el grito que profirió el asesino, "Britain First!", la gran mayoría considera que se trataba de un "lobo solitario con problemas mentales", como titulaba el español ABC. Britain First se trata de un partido de la ultraderecha británica, nacionalista y defensor de la identidad británica, contrario a la inmigración y, en consecuencia, profundamente en contra de la Unión Europea. Medios británicos como The Independent mencionan las posibles conexiones entre el asesino, Thomas Mair, y Britain First, afirmando que tenía "lazos con un grupo de extrema derecha ubicado en Londres", aunque el partido ultraderechista ha negado cualquier relación con Mair y ha condenado el acto que este cometió. En el juicio, Mair llegó a negarse a proporcionar sus datos y respondió que su nombre era "Muerte a los traidores, libertad a Gran Bretaña".
La imagen del país isleño tras el crimen -y tras decretarse un parón en la campaña por el Brexit durante todo el fin de semana- es de profunda unidad ante la consternación de un ataque a la propia clase política. En esa línea se expresaba un vecino de Cox al declarar a la prensa que ojalá "su muerte tenga un impacto positivo en los días que faltan para la campaña del referéndum. Todo ha sido divisorio".
Sin embargo, algunos analistas, mirando más allá del fin de semana, pronosticaron, según la CNBC, que el crimen puede frenar el impulso que habían tenido las posiciones eurófobas en los últimos días, pudiendo ser crucial en un referéndum que promete ser, como poco, muy ajustado. De hecho, el director del Instituto de Finanzas Globales, de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Fariboz Moshirian, sostiene que esto cambiará "la psicología de la campaña".
Los mercados, a su vez, parecen defender los mismos planteamientos que Moshirian, contemplando las fluctuaciones de la libra, que ha alcanzado los $1.4273 a comienzos de este viernes, lo cual implica una importante subida con respecto a los $1.4013 que llegó a registrar. Según Alan Ruskin, co-director global de investigaciones de cambio de divisas, esto estaría debido por "una percepción de mayor probabilidad del voto a favor" del mantenimiento de Reino Unido en la Unión Europea. Según Risk, el cambio producido por este trágico evento respondería a una "reacción emocional inmediata" de la ciudadanía al shock.
El cambio producido por este trágico evento respondería a una 'reacción emocional inmediata' de la ciudadanía al shock
Pese a todo, según Rajiv Biswas, economista jefe del IHS en Asia-Pacífico, este lamentable hecho no será clave en la decisión de los británicos acerca de qué votar en relación con el Brexit, ya que primarán sus "percepciones a largo plazo de las implicaciones políticas y económicas del mantenimiento del Reino Unido en la UE", mientras que este crimen servirá, simplemente, para mermar el estado de ánimo de un país que está a punto de decidir una importante parte de su futuro.
Por el contrario, las encuestas realizadas el fin de semana posterior al asesinato de la diputada laborista parecen enlazar más con lo defendido por Moshirian o Risk que con lo pronosticado por Biswas. En la encuesta de Survation para el británico Mail on Sunday concede, de nuevo, una ligera ventaja al remain sobre el leave; sin embargo, el final parece igualmente apretado y los porcentajes (45% y 42%, respectivamente) apenas pueden apuntar nada más allá de unas tendencias que parecen apuntar a que el asesinato de Jo Cox, efectivamente, ha perjudicado las pretensiones de los favorables a una salida de la unión.
Muy similar es el resultado que desvela la encuesta de Sunday Times, también realizada este fin de semana: el 44% optaría por quedarse en la Unión Europea, mientras que el 43% votaría en contra. Es por ello que parece que será el porcentaje de indecisos (que, atendiendo a estas encuestas, se encuentra aún en torno al 13%) quienes inclinarán la balanza, y cualquier variable que pueda inmiscuirse en la decisión, como el asesinato de una partidaria del remain, puede ser crucial.