El rey emértio no pasa por su mejor momento porque le han pillado, sino seguiría como hasta ahora; de aquí para allá y disfrutando de sus privilegios como miembro de la Corona. Y es que tras conocerse las grabaciones en las que su amante Corinna zu Sayn-Wittgenstein aseguró que este la había utilizado como testaferro para ocultar sus bienes fuera de España, a Juan Carlos I se le vino el mundo encima hasta el punto de sufrir un ataque de ansiedad.
Así lo garantiza en su blog la periodista experta en asuntos de la Casa Real Pilar Eyre, que además cuenta que el monarca necesitó de atención médica para remontar el episodio de ansiedad. "Se encontró mal e hicieron ir a un médico. Tras el ataque de ansiedad, el Rey está teniendo sesiones diarias, además con un fisioterapeuta para poder recuperarse", explica la informadora a El Español.
Aunque la imagen del monarca queda manchada por su supuesto fraude a Hacienda, la reina emérita doña Sofía ha sido humillada por la confirmación de lo que era un secreto a voces, que su marido el rey emérito Juan Carlos I le ha sido infiel desde siempre y no sólo con Corinna. Asimismo, Eyre cuenta que la reina siempre ha sabido de este escarceo amoroso de su esposo ya que sus primas alemanas le comentaron "qué tipo de persona era Corinna" y que en una ocasión la princesa María Gabriela de Saboya, la que fuese primera novia del rey español, se encontró en el aeropuerto de Ginebra con la pareja y que esta le espetó: "Juanito, ¿por qué vas con esta mujer? Te arrepentirás. Tiene muy mala fama", a lo que el rey le dijo: "Ella, entiéndeme, estoy in love".
Explicaciones en el Congreso
Unidos Podemos pide la apertura de una comisión de investigación y el apoyo del Gobierno para aprobarla, desde el Ejecutivo socialista le restan importancia a los negocios del emérito rey, Ciudadanos dice que decidirá cuando se registre la solicitud y el PP está del lado de rey. Si consiguen los apoyos necesarios, podríamos ver a Juan Carlos I sentado en el Congreso para dar explicaciones sobre sus supuestos bienes en el extranjero.
Mientras ocurre esto o no, el rey sigue acudiendo a los actos programados que tiene en su agenda. Este pasado lunes iba a participar en una regata de vela en Sanxenxo (Pontevedra), evento al que acude todos los años, pero este no se ha podido celebrar por culpa del viento. Algo que le podría haber distraído, pero que sin embargo le dejó en el coche durante una hora a ojos de la prensa.