Corría el año 2005 cuando Telecinco emitió una serie que revolucionó el panorama de la ficción en España. 'Motivos Personales' aterrizó el 1 de febrero de aquel año presentando una serie de misterios y asesinatos en torno a la familia Acosta, propietaria de unos laboratorios, que involucraron de lleno a la periodista Natalia Nadal.
Su estreno fue seguido por 5.034.000 espectadores, lo que se tradujo en un 26,9% de la audiencia, que se mantuvo fiel a lo largo de las dos temporadas en las que se dividió la serie producida por Ida y Vuelta. Llegó a superar los seis millones de televidentes (6.199.000) registrado un espectacular 35,9% de share con el final de su primera tanda. Tras veintiséis episodios, 'Motivos personales' se despidió con una media del 26% y unos 4.402.000 espectadores.
Más allá de los datos, con el tiempo, la ficción protagonizada por Lydia Bosch y Marta Calvó ha acabado convertida en una serie de culto y catalogada como una de las mejores de nuestro país. Razones no faltan:
1 Es una serie que no envejece
No todas las series pueden presumir de sobrevivir al paso del tiempo, sin embargo, este parece que no ha pasado por 'Motivos personales'. Su historia no tiene fecha de caducidad y su trama no estaba sujeta a una determinada fecha que le hiciera perder coherencia años después.
Vale, es cierto que la redacción de DTV estaba plagada de computadoras antiguas que bien parecían tractores; o que sus protagonistas utilizaban teléfonos móviles en los que su función más llamativa era el famoso juego del 'Snake', pero eso son detallitos vintage que incluso resultan entrañables.
2 Introdujo el thriller en la ficción española...
Por el 2005 en España encontrábamos series como 'Aída', 'Los hombres de Paco', 'Aquí no hay quien viva', 'Los Serrano', 'Hospital Central', 'Mis adorables vecinos' o 'Cuéntame cómo pasó', todas ellas ficciones familiares con un alto contenido cómico. En mitad de este panorama, apareció 'Motivos personales' rompiendo todos los moldes e introduciendo, por primera vez en nuestro país, el thriller en la pequeña pantalla. De esta manera, abrió un camino que siguieron 'Círculo rojo', 'El internado' o 'Acusados'.
Misterios, secretos, luchas de poder, asesinatos y complejas tramas que obligaban al espectador a mantener toda su atención pegada a la pantalla para no perder detalle. No solo eso, sino que se permitió jugar con la audiencia e incluso engañarla. Unió con tino los elementos principales de las series de intriga y de los culebrones (triángulo amoroso incluido) e hizo a todo el mundo preguntarse quién mató a Mara Yimou, detonante de la serie. España, por fin, tenía a su Laura Palmer.
3 ... y el terror
Entre las carreras de Natalia Nadal por desentrañar todos los misterios de los Laboratorios Acosta con el objetivo de limpiar el nombre de su marido, también se introdujeron elementos de terror que hicieron estremecerse a la audiencia en más de una ocasión.
El juego del ahorcado con Maite Valcárcel como protagonista, el secuestro de Tania Acosta por un payaso diabólico, los asesinatos de DTV o el personaje o de El Arcángel consiguieron teñir de terror una serie oscura que no tuvo miedo a la hora de jugar con los límites.
4 Míticas frases
"Es mi vida la que está en el aire" fue la primera de las grandes frases que dejó 'Motivos personales'. Al final del primer capítulo, Natalia Nadal se ve obligada a dar la noticia en directo de la detención de su marido acusado de asesinato. Aquel momento ha pasado a la historia de la televisión, especialmente cuando sale de plató y suelta aquella perla que nos hizo a todos aplaudir.
Porque 'Motivos personales' es una serie de frases lapidarias. "A fin de cuentas, la verdad es la verdad" o "Si algo he aprendido a tu lado es que uno nunca debe dar la espalda a su enemigo" son solo algunos de los lemas que jamás olvidaremos.
5 Natalia Nadal y Virginia Palazón
No se puede entender esta serie sin su protagonista, Natalia Nadal, y la gran antagonista, Virginia Palazón. A lo largo de la primera temporada las conocimos como grandes amigas unidas en la carrera por descubrir la verdad hasta que se destapó la verdadera identidad de la abogada de los laboratorios Acosta: Victoria Castellanos.
Durante la segunda temporada, en una magistral engaño que logró confundirnos a todos, protagonizaron una caza del gato y el ratón que acabó por enamorarnos absolutamente de Lydia Bosch y Marta Calvó. Los pérfidos movimientos de Castellanos y los dramas (y el pelazo) de Nadal nos engancharon.
6 Nos presentó a Miguel Ángel Silvestre y Álex González
Hoy en día son dos actores consagrados y muy queridos por el gran público. Pero cuando comenzó 'Motivos personales', Miguel Ángel Silvestre y Álex González apenas habían hecho pequeños papeles en televisión, por lo que la ficción de Telecinco les dio la oportunidad de darse a conocer con un papel clave.
Ambos interpretaron a Nacho Mendoza, amigo de Tania y Jaime Acosta que acababa resultando ser el hijo de Victoria Castellanos y Santos, eje de toda la venganza. La salida de Silvestre tras la primera temporada debido a sus compromisos cinematográficos obligó a los responsables a buscar un remplazo encontrando en González al candidato perfecto. Ahora, ambos son dos de los actores más deseados habiendo traspasado, incluso, nuestras fronteras.
7 Eterna Concha Velasco
No podemos olvidarnos de Concha Velasco. La vallisoletana se metió en la piel de la amargada y perversa Aurora Acosta dejando atrás la tierna imagen de chica ye-yé a la que nos había acostumbrado en su juventud. Sin escrúpulos, cargada de secretos y dispuesta a todo para defender lo suyo, Velasco nos regaló uno de los mejores personajes de la serie.
Lo cierto es que 'Motivos personales' fue una serie coral que permitió lucirse a todo su elenco. Ginés García Millán, Pedro Casablanc y Daniel Freire destacaron y, especialmente, el desaparecido Fernando Guillén en su papel de patriarca de los Acosta. Unos jovencísimos Begoña Maestre y Jan Cornet hicieron lo propio completando un reparto en estado de gracia.
8 Abordó una trama homosexual
La representación LGTBI sigue siendo una tarea pendiente en la ficción, sin embargo, poco a poco se va avanzando en este aspecto rompiendo con los estereotipos en los que se solía encasillar a un personaje del colectivo. Si así están las cosas, imaginad en 2005, año en el que, por cierto, se aprobó el matrimonio igualitario en nuestro país.
Muy pocas series en España apostaban por incluir a personajes LGTB encontrando solo a la pareja formada por Mauri y Fernando en 'Aquí no hay quien viva' o la de Maca y Esther en 'Hospital Central'. 'Motivos personales' contó con el atormentado Jaime Acosta, interpretado por Jan Cornet. Sus problemas familiares, el ambiente conservador en el que había sido educado y sus dificultades para aceptarse a sí mismo abordaron el tema de la homosexualidad alejada de los clichés.
9 Inolvidable banda sonora
Para generar la tensión que requería una serie del tono de 'Motivos personales' era necesario contar con una banda sonora a la altura. Y vaya si lo estuvo. El compositor Víctor Reyes fue el encargado de poner música a la ficción creando una atmósfera que ya se dejaba ver desde la inolvidable cabecera.
Reyes cuenta con un dilatado currículum poniendo música a series como 'El rey', 'Niños robados', 'Ángel o demonio', 'Acusados' o 'Sin tetas no hay paraíso'. El reputado compositor se llevó en 2016 el Emmy por la BSO de 'The night manager', la miniserie de AMC protagonizada por Hugh Laurie y Tom Hiddleston.
10 Sus constantes cliffhangers
'Motivos personales' era una serie de excesos. Pero de excesos bien llevados. No daba descanso al espectador y encadenaba situaciones límite que dejaban a la audiencia con ganas de más. Sus creadores, Carlos Vila y Javier Holgado, construyeron capítulos repletos de giros inesperados concluyendo con cliffhangers que nos situaban a todos al borde del infarto esperando una semana hasta el visionado del siguiente capítulo.
12 Un final de infarto
El 13 de diciembre de 2005 se puso punto y final a la calculada venganza de Victoria Castellanos contra Natalia Nadal. Y cómo olvidar aquel bombástico capítulo que marcó uno de los mejores finales de serie que se recuerdan. El Palacio de Vistalegre, en Madrid, fue testigo de los últimos minutos de la ficción en el que parecía que la abogada acabaría asesinando a la protagonista. Sin embargo, tal y como enunció la propia Natalia Nadal, "llegó la hora de subir el telón" para revelar que todo había sido una inteligente y calculada artimaña de la periodista para desenmascarar a la amante de Santos.
El cara a cara entre ambas es oro televisivo. Ver cómo se va descubriendo el engaño en el que la propia audiencia cayó a pesar de habernos dejado pistas a lo largo de los capítulos dio lugar a inolvidable desenlace en el que, como no podía ser de otra manera, hubo un cliffhanger. Lo que parecía un final feliz para Natalia Nadal rehaciendo su vida con Fernando Acosta, acabó metiéndola de nuevo en la boca del lobo al descubrirse que el hijo de Federico era el creador del letal virus de los laboratorios Acosta y que escondía un cadáver en su coche.
13 El mito de la tercera temporada
Con un final así, una tercera temporada se hacía necesaria, sin embargo nunca llegó, dejando sin respuestas a los fans de 'Motivos personales'. A lo largo de los años se llegó a saber que sí se planteó una nueva tanda de capítulos y, a cuentagotas, se han ido revelando algunas de las tramas que habría abordado, lo que acabaó convirtiendo el producto en un mito.
Según ha podido saberse, la trama de esta hipotética tercera temporada se desarrollaba diez años después de la detención de Victoria Castellanos. Comenzaba con la boda entre Nacho y Tania en la que se producía un tiroteo que acababa con la vida del novio. Un nuevo asesino volvía a poner en peligro la vida de la familia de Natalia Nadal, que incluso llegaba a quedar ciega durante algunos capítulos, lo que la obligaría a buscar la ayuda de la que fuera su peor enemiga. Seguiremos soñando con verlo algún día.