Todo el mundo está hablando de 'La casa de las flores'. Y no es para menos. La serie mexicana de Netflix se estrenó el pasado 10 de agosto despertando, cuanto menos, curiosidad, en gran parte debido a alguna que otra polémica. Dirigida por Manolo Caro, la ficción nos presenta a la adinerada familia de la Mora, dueños de una floristeria cuyo bonito escaparate comenzará a caerse a causa de los secretos que esconden.
"¿Una familia rica con secretos a sus espaldas? Eso ya lo hemos visto". Probablemente es cierto, pero 'La casa de las flores' ofrece mucho más. Caer rendido ante sus encantos es demasiado fácil y basta con ver sus primeros minutos para quedar irremediablemente enganchado a una historia que te hará reír y reflexionar. La adicción a un culebrón nunca supo tan bien.
1 Renovado culebrón
El culebrón es uno de los géneros más despreciados a pesar del gran público que arrastran. ¿Quién no ha visto alguna telenovela latinoamericana y ha sufrido con los dramas de sus personajes? 'La casa de las flores' reúne los ingredientes de este tipo de productos, sin embargo, se aleja de la clásica fórmula dando lugar un refrescante y renovado culebrón perfecto para los tiempos que vivimos.
Encontramos triángulos amorosos, metiras, secretos e infidelidades, todo ello enmarcado en la élite social mexicana. 'La casa de las flores' no oculta su condición de culebrón. Así, cuenta con la reina de las telenovelas, Verónica Castro, interpretando el papel de Virginia de la Mora, matriarca de la familia. Pero también se reivindica como algo diferente a lo que se puede esperar.
2 El recuerdo de 'Mujeres desesperadas'
'La casa de las flores' recupera el espíritu de 'Mujeres desesperadas', mítica ficción de ABC protagonizada por Teri Hatcher, Felicity Huffman, Marcia Cross y Eva Longoria que finalizó en 2012 tras ocho tempordas. Ya necesitábamos algo así, una comedia divertida y descarada que a la vez supiera retratar lo más oscuro del ser humano. Cambiamos, eso sí, a un grupo de amigas por una familia, cuanto menos, curiosa.
Dos elementos principales nos recuerdan irremediablemente a las vecinas de Wisteria Lane. La pictórica cabecera y la narradora. La voz en off de Roberta Sánchez (Claudette Maillé), amante de Ernesto de la Mora (Arturo Ríos), sirve como hilo argumental capítulo a capítulo como en su día hiciera Mary Alice Young. Como en 'Mujeres desesperadas', también es un grupo de mujeres las que llevan el gran peso de la trama.
3 Su hilarante humor negro
Si algo caracteriza a 'La casa de las flores' es su partcular sentido del humor. La serie mexicana se trata de una verdadera comedia que no duda en jugar con el sarcasmo y la ironía combinando el melodrama con buenas dosis de humor negro y los giros de guion con situaciones disparatadas. Así, los capítulos, de unos 30 minutos de duración aproximada, pasan volando.
Una señora aficionada a la marihuana que se mete a traficante, un cadáver ahorcado en tu casa o el descubrimiento de que tu marido regenta un cabaret se convierten en momentos cargados de una comicidad y un surrealismo maravilloso.
4 Grito a la diversidad
El patrón de las clásicas telenovelas se reduce a una heteronorma que ya no cabe en pleno siglo XXI. 'La casa de las flores' es consicente de la sociedad en la que vivimos y por ello presenta a varios personajes que encarnan historias necesarias dando voz a colectivos históricamente discriminados. Julián de La Mora (Darío Yazbek Bernal), el único hijo varón de la familia, oculta su homosexualidad (o bisexualidad) llevando una doble vida al lado de su novia oficial, Lucía Dávila (Sheryl Rubio), y del amor de su vida, Diego Olvera (Juan Pablo Medina). Deja, además, varias lecciones sobre homofobia, aceptación de uno mismo y el miedo a salir del armario.
El otro gran personaje representante del colectivo LGTBI es el interpretado por Paco León. El actor español se mete en la piel de María José, una abogada transexual, lo que no ha estado exento de polémica abriendo un debate necesario sobre la discriminación que sufren las personas trans.
5 Su elenco
Algunos rostros de 'La casa de las flores' probablemente sonarán al público español de cuando las cadenas plagaban las tardes de culebrones latinoamericanos. Pero por lo general, se trata de actores desconocidos en este lado del charco que logran sorprender positivamente. Verónica Castro, con una gran trayectoria en esto de las telenovelas, destaca sobremanera, sin embargo es Cecilia Suárez la que logra llevarse todo el protagonismo en su papel de Paulina de la Mora.
Teniendo en cuenta el tipo de ficción del que se trata, se agradece la intensidad de las interpretaciones dotándolas de un dramatismo exagerado cuando la situación lo requiere, acentuando así el contrapunte cómico.
6 La luz, el color y la música
Cabe destacar la apuesta visual de 'La casa de las flores'. Todo es color en la serie de Netflix, destacando las paredes de la mansión de la Mora teñidas de tonos verdes y granates. Al igual que la floristeria, cargada de color; o el cabaret, en tonos más oscuros propios de su ambiente pero repleto de lentejuelas. Los personajes también se visten con amplias gamas de colores retratando las apariencias que la familia quiere mostrar de puertas para afuera a pesar de la oscuridad de sus secretos.
La música tampoco pasa desapercibida y desde el minuto uno nos envuelve con un emocionante guiño a España de la mano de Mecano. No es la única, pues Fangoria también está presente en la banda sonora de la serie. Artistas como Gloria Trevi o Yuri también nos harán bailar aunque no sepamos.
7 Paulina de La Mora
"Ol-vi-dé can-se-lar el ma-ria-chi" es probablemente la frase más repetida por los fans de 'La casa de las flores'. Y es que su protagononista, Paulina de la Mora, tiene una forma muy característica de hablar, pronunciando con lentitud sílaba a sílaba. Al principio puede chirriar, pero al final acaba pegándose este acento que ya, incluso, se ha hecho viral con el #PaulinaDeLaMoraChallenge a través de las redes sociales.
