El 7 de octubre de 1998 se estrenaba 'Embrujadas', una ficción dispuesta a sumergirnos en un mundo repleto de magia y seres fantásticos. Creada por Constance M. Burge y producida por Aaron Spelling, la ficción narraba las peripecias de tres hermanas: Prue (Shannen Doherty), Piper (Holly Marie Combs) y Phoebe (Alyssa Milano). Aparentemente, las protagonistas eran tres mujeres como otras cualquiera de su edad, preocupadas por problemas típicos como el trabajo, la maternidad, los estudios, las relaciones familiares o el afán por lograr sus sueños.
Sin embargo, sus vidas cambian por completo cuando descubren que su familia es muy especial y que tienen poderes mágicos. En concreto, Piper tenía la capacidad de congelar el tiempo, Phoebe tenía visiones y Prue podía orbitar. Pero las Halliwell no siempre triunfaron en sus aventuras. En una de sus peleas contra el mal tuvieron que lamentar la muerte de la mayor de las hermanas. No obstante, el poder de tres encontró rápidamente una sustituta para reestablecerse de la mano de Paige (Rose McGowan), una medio hermana perdida.
Con ese poder de tres como lema, las hermanas Halliwell unieron fuerzas e hicieron uso de sus habilidades mágicas para proteger a los inocentes ciudadanos de San Francisco de demonios y hechiceros que siempre se presentaban para hacerles la vida imposible. Tras muchas peleas, usos de hechizos y complicadas historias de amor, 'Embrujadas' se despidió definitivamente de sus seguidores en el año 2006, después de ocho temporadas en las que pudimos disfrutar del universo de estas tres poderosas brujas.
Nadie puede negar que la serie fue todo un éxito en su momento y marcó a toda una generación, aunque en sus últimas temporadas sufrió el desgaste, algo habitual que sucede en muchas ficciones cuando deciden alargarlas más de lo necesario y crear tramas enrevesadas que rozan el surrealismo. No obstante, hoy en día se trata de una serie de culto para sus seguidores acérrimos porque, pasen los años que pasen, siempre seguiremos amando 'Embrujadas'.
1 Siempre creeremos en el indestructible poder de tres
Las relaciones entre hermanos suelen ser complicadas en muchas ocasiones, aunque siempre prevalezca ese sentimiento de unión que proporciona compartir sangre y genes. Las Halliwell estaban obligadas a permanecer unidas para hacer frente al mal, pero eso no les libraba de algunos roces, sobre todo cuando compartían el mismo techo. Además, cada una de ellas era muy distinta de la otra, pero precisamente esas diferencias hacían que se complementaran a la perfección.
Asimismo, Piper, Phoebe y Prue (y tiempo después Paige) tenían un vínculo mucho más poderoso que el común de los mortales, formaban parte del conocido como el 'Poder de tres'. Cuando permanecían unidas, sus capacidades mágicas se multiplicaban y siempre creímos que el poder que alcanzaban gracias a ese vínculo especial era indestructible. Incluso cuando Prue falleció, sabíamos que, tarde o temprano, el poder de tres se iba a restaurar y con más potencia que nunca. Para nosotros, las Halliwell eran un ejemplo de que la unión hace la fuerza, sobre todo cuando se trata de hermandad.
2 Sus efectos especiales no eran gran cosa pero nos encantaban
A finales de los años noventa y principios del nuevo milenio no existían los mismos recursos tecnológicos que en la actualidad. El mundo del cine y de la televisión ha mejorado y evolucionado notablemente, pues los efectos especiales que podemos ver en muchas de las producciones de hoy en día resultan realmente asombrosos. En ficciones televisivas como 'Juego de tronos' este tipo de edición resulta imprescindible y, para lograr esos resultados, cuentan con un gran equipo que se encarga de recrear virtualmente escenarios y personajes para dotar a cada capítulo de la estética y los efectos apropiados.
Cuando 'Embrujadas' comenzó sus emisiones, no existían todavía todos estos avances, aunque quizá sí que podrían haber trabajado y elaborado un poco mejor los efectos especiales. Cuando alguna de las hermanas usaba sus poderes, era evidente que se trataba de acciones bastante cutres con efectos rudimentarios que se caracterizaban por muchos defectos. Sin embargo, esto no nos molestaba porque, al fin y al cabo, era parte del encanto de la serie.
3 La mitología y los seres fantásticos ocupaban un lugar importante
Además de la unión de las hermanas, uno de los factores más importantes y que diferenciaba a 'Embrujadas' de otras series de ciencia ficción y fantasía eran la cantidad de objetos mágicos, hechizos, referencias mitológicas y seres fantásticos que aparecían en cada episodio. La serie se vendió como un universo mágico y así cumplieron durante sus ocho temporadas, ofreciéndonos dosis de elementos, recursos y personajes sobrenaturales para hacer las delicias de todos.
Entre todos los objetos, nos encantaba cada vez que hacían uso del Libro de las Sombras, una recopilación de información sobre la comunidad mágica, con todo tipo de consejos y datos sobre demonios, hechizos y pociones que las tres hermanas siempre tenían a mano. Tampoco nos podemos olvidar de los diferentes seres que hicieron acto de presencia a lo largo de la ficción, desde ángeles hasta demonios o valquirias, entre otros seres mitológicos. Además, en nuestra memoria permanecerá aquellos episodios en los que Phoebe se convirtió en sirena y casi abandona a sus hermanas para vivir en el mar.
4 Personajes femeninos que rompen estereotipos
La llegada de las hermanas Halliwell a la televisión contribuyó al cambio de mentalidad en lo que respecta a la visión de la figura femenina en la ficción. Lejos de representar los clichés de las típicas brujas que acostumbrábamos a ver en la pequeña pantalla o a las habituales amas de casa que se encuentran bajo la protección de una figura masculina, ellas eran tres mujeres capaces de defenderse por sí solas y sin la ayuda de nadie. Asimismo, gozaban de un espíritu liberal, independiente y autosuficiente que las convertía en ejemplo para muchas jóvenes y adolescentes.
Además, cada una de ellas buscaba siempre la manera perfecta de poder realizar sus respectivos trabajos y mantenerse atentas en la lucha contra los demonios, sabiendo y demostrando que tenían la capacidad suficiente para llevar a cabo todos esos propósitos. Desde nuestro punto de vista como espectadores, eran mujeres que hacían cosas más propias de personajes masculinos, o por lo menos eso es a lo que nos tenían acostumbrados a ver en la televisión de los noventa. De este modo, prácticamente sin darse cuenta las Halliwell representaban algunos de los aspectos que defiende el feminismo.
5 Demostró que existen muchos tipos de amores
El amor está presente en el día a día de todo ser humano, ya sea en cualquiera de sus formas. Entre peleas con unos y otros demonios, las hermanas Halliwell mostraron el cariño que tenían a su familia, pero también tuvieron tiempo de enamorarse. Piper encontró al amor de su vida gracias a Leo (Brian Krause), pero su historia no fue nada sencilla porque, en un principio, era un amor completamente prohibido ya que él era un luz blanca. No obstante, la relación más extraña e imposible de todas fue la de Phoebe y Cole (Julian McMahon), pues él era uno de los demonios más peligrosos que buscaba destruir a las hermanas.
Ninguna de las hermanas lo tuvo fácil en este terreno, aunque lucharon por encontrar a su media naranja. Pero si hablamos de amor, tampoco podemos olvidarnos del que siente una madre por sus hijos. Piper sintió la llamada de su reloj biológico y forma una familia junto a Leo, siendo un gran ejemplo de madre todoterreno que lo da todo por el bienestar de sus pequeños. No dudó ni un segundo en enfrentándose a todo tipo de mal con tal de que Wyatt y Chris estuvieran siempre a salvo, pero tampoco fue una tarea fácil combinar su faceta maternal con su trabajo y con la misión de proteger al mundo.