Hoy en día Nikola Tesla, cada vez más mencionado, es conocido como el científico olvidado, al que robaron sus ideas, quitaron sus méritos y no sufre del prestigio que lo hace, por ejemplo, el propio Thomas Edison, su gran rival. Inventó cientos de interesantes artilugios y aportó enormes adelantos en el campo de la física, era un tanto excéntrico, como buen hombre dedicado en cuerpo y alma a su trabajo, y gracia a él tenemos muchos elementos en nuestro día a día sin los que podríamos vivir.
1 Si le hubiéramos hecho más caso, la luz nos costaría menos
Los últimos años de vida de Nikola Tesla, el científico dedicó sus esfuerzos a encontrar la forma de transmitir la energía sin cables, aprovechando la conductividad de una de las capas de la atmósfera, la superior, llamada ionosfera. Así, su sueño era crear un sistema mundial para la transmisión de energía eléctrica sin cables. Podríamos sumergirnos en un montón de términos físicos sobre la energía, las ondas y los campos electromagnéticos para entender cómo funciona eso, pero también podríamos no hacerlo y centrarnos en el objetivo de este idealista que quería revolucionar la ciencia para mejorar el mundo.
Tesla buscaba una energía libre, limpia, gratuita e inagotable, que llegara a todos los rincones del planeta para que todos tuviéramos con qué iluminar nuestras casas y calentarnos la comida. También defendía que era una energía segura, de ahí proviene la famosa imagen del inventor sentado trabajando en medio de un montón de rayos visibles (no, nosotros no los veríamos, por si os habéis hecho la pregunta)
2 ¿Planos? Están sobrevalorados, Tesla lo almacenaba todo en la cabeza
Nikola Tesla tenía una capacidad intelectual fuera de lo común, y entre las múltiples muestras que hay de ello se encuentra su impresionante memoria fotográfica, ¡más que fotográfica! El inventor no utilizaba ni planos, ni maquetas, ni nada parecido. Todo se encontraba en su cabeza, visualizaba los inventos y los mecanismos que quería poner en marcha, y así lo plasmaba en el aparato definitivo. Normalmente, y al contrario de lo que nos suele ocurrir a la gente de a pie instalando algo en el ordenador o montando un mueble de Ikea, todas sus ideas le funcionaban a la primera. Sí, hubiera sido un magnífico marido y yerno para hacer chapuzas en casa, pero él se quiso dedicar a la ciencia y no dejarse embaucar por el amor, ni siquiera por el sexo.
Además, hablaba 8 idiomas, el Serbio-Croata, que era su lengua madre; el Checo, el Inglés, el Francés, el Alemán, el Húngaro, el Italiano y el Latín. Se considera hiperpolíglota a aquella persona capaz de hablar por lo menos 6 idiomas, Tesla hablaba ocho.
3 Sus predicciones de cómo sería el siglo XXI son muy interesantes
Muchas de las ideas que Tesla tenía en la cabeza en torno al futuro, cómo lo imaginaba, se han ido convirtiendo en realidad. Se trata de cuestiones en torno a la ciencia y la sociedad, por ejemplo, como buen ser preocupado por el medio ambiente, concebía que en el futuro habría una mayor preocupación por la gestión de recursos naturales y por la higiene ambiental, cosa con la que vamos muy poco a poco, pero mal va. Y si te cuento las guerras que está provocando el petróleo... Mejor que no te enteres. Los periódicos estarían tan interesados en los avances científicos como lo estaban en su día por las guerras o la política, quizá le hubiera faltado dar ese punto de "los avances científicos al servicio de los intereses económicos políticos".
El inventor serbio era un entusiasta, o más bien, tenía una cierta obsesión por la salud. Esto le llevo a restringir cada vez más los alimentos que consumía, pues no estaba muy convencido con los productos que no fueran naturales, y predecía que años después la gente tendría esas mismas inquietudes y que comería más sano. Vale que no entendamos ahora la comida sana igual que él, que se alimentaba de unos pocos alimentos (si viviera en el siglo XXI nos estaría vendiendo batidos depurativos), pero sí que nos hemos vuelto todos un poco locos con las comidas y la healthy life. También predijo que habría recursos alimenticios a base de cereales para todo el planeta. Bien...eh...sí... per... a ver cómo te lo digo Nik... Nos los estamos comiendo los ricos. Es así.
4 Como buen adelantado a su época, veía que las mujeres dominarían la sociedad... más o menos.
A ver, este tema es delicado. Tesla creía en que las mujeres acabarían siendo educadas de la misma manera que los hombres, es decir, para que desarrollaran trabajos de la misma naturaleza que ellos, incluso tendrá papeles de liderazgo. Si se hubiera callado ahí, hubiera quedado como un señor para la posteridad, pero se le fue un poco de las manos al pensar que eso haría que estas nuevas capacidades desarrolladas por la mujer irían disminuyendo y dejando de lado ese instinto maternal y sensibilidades femeninas (en palabras suyas). Así, la gente dejaría de interesarse tanto por la maternidad y la sociedad sería una especie de adaptación de la perfecta sociedad de las abejas.
O sea, que si no lo entendemos mal, ¿convirtió una perfecta premisa en una especie de "Viva la sociedad asexuada" donde hombres y mujeres serían un mismo género, sólo que unas parirían para generar más humanos? No sé, igual tuvo influencia el hecho de que nunca conociera hembra.
5 ¡Él inventó la radio, sucio y ladronzuelo Marconi!
Una de las grandes injusticias de la historia de la ciencia es cómo Marconi estuvo durante décadas dándoselas de "inventor de la radio", patentada por él mismo en 1897, incluso en 1909 gano el Premio Nobel de física por tal avance. Sin embargo, en 1894 Tesla había sido capaz de transmitir ondas de radio, y Marconi había conseguido su azaña copiando 17 patentes del pobre Tesla, por lo que éste reclamó también los derechos de la radio. En estos líos judiciales anduvieron ambos hasta sus muertes, porque fue en 1947, ambos fallecidos, cuando la Corte Suprema de EEUU le dio por fin a Nikola Tesla la patente. Aun así, toda la vida hemos oído que la radio la inventó Marconi, pues muy bien, tendremos que darle el mérito de haber fabricado una carcasa muy bonita para el invento de Tesla.
6 Si Edison te boicotea los proyectos... es que son buenos
Famosa ha sido y sigue siendo la guerra de corrientes entre la corriente continua de Edison y la corriente alterna de Tesla. Efectivamente, AC/DC. Cada inventor intentó imponer su modo de transmitir la electricidad, pero Edison tenía más poder, más influencia y más renombre, así que durante esa época EE.UU estaba iluminado con la corriente continua (ahora es la alterna de Tesla la que se utiliza). Edison también tenía muy mala idea, como si de dos partidos políticos se tratara, éste invirtió grandes esfuerzos en desprestigiar al corriente alterna de Tesla, diciendo que era un peligro y así lo probó electrocutando animales bajo ese sistema de corriente.
Pero esta antipatía venía de antes. Cuando Tesla llegó a Nueva York allá por 1884, empezó a trabajar con Edison, por el que sentía gran admiración. Este le había contratado para que le ayudara a mejorar el diseño de sus generadores de corriente (continua, por supuesto), y Tesla le proporcionó interesantes patentes de las que Edison, como jefe que era, se benefició, pero sin pagarle al serbio lo que le correspondía.
Ambos estuvieron nominados para el Premio Nobel en 1915, pero Edison declaró que no compartiría su premio con Nikola Tesla. Por esa misma razón, ninguno lo ganó, ni lo harán porque es un premio que se concede sólo en vida.
7 Tras su muerte, el gobierno americano incautó todo su material, ¿necesitáis una razón más?
Efectivamente, tras su muerte, o durante la misma para no andar faltos de tiempo, el gobierno de Estados Unidos incautó todos los documentos que había en su laboratorio, quedando desaparecidos hasta que su familia y la embajada Yugoslava los reclamó años después. Actualmente se encuentran en el museo de Nikola Tesla, en Belgrado (Serbia).
8 ¡Fue interpretado por David Bowie en 'El truco final'!
Solo alguien tan guay podría ser interpretado en una película de Christopher Nolan por una estrella del rock.