Puedes regalarles juguetes de todo tipo en los que te hayas gastado un dineral, y sí, puede que jueguen con ellos un rato, pero los gatos, al final, acaban prefiriendo la simplicidad de entretenerse con una caja de cartón... ¿Por qué?
La Universidad de Utrecht (Países Bajos) tiene una nueva teoría sobre el por qué de esta obsesión de los felinos con el cartón. En realidad es una teoría que engloba varias razones.
Gatos y estrés
Para empezar, su obsesión por las cajas tiene que ver con su naturaleza de cazadores, un instinto que los gatos domésticos aún conservan. Las cajas les sirven como escondite para sorprender a sus presas, desde donde pueden atacar sin ser vistos y, en caso de retirada, volver corriendo al refugio.
También se ha demostrado que reducen su estrés, mejoran su entorno y les animan a jugar y a relacionarse con otros compañeros felinos.
Los espacios cerrados, que sulen ser cajas pero pueden ser también bolsos o cestas de ropa, ofrecen a los gatos un lugar donde refugiarse, y es más, este refugio les proporciona un gran bienestar tanto físico como mental. Una caja de cartón ofrece a los felinos un escondite cuando no quieren ser molestados, por lo que reduce su ansiedad y mejora su salud.
Esta teoría ha sido demostrada en refugios de animales, donde los gatos están muy estresados, y esto, de forma constante, debilita su salud y reduce su esperanza de vida. Al introducirse cajas en estos lugares, los gatos mejoran considerablemente, se relajan y cambian su actitud.
Los gatos y las relaciones públicas
Como los humanos hemos domesticado a los gatos, estos han pasado en muy poco tiempo de ser animales salvajes y solitarios a tener que convivir con otros de su misma especie. Por eso no se les da muy bien resolver sus problemas y peleas con otros. Al no saber como reaccionar, lo que hacen es huir de sus problemas y esconderse.
"Las cajas mejoran así la relación de los distintos gatos que viven en casa: son un refugio donde esconderse, olvidarse de los problemas externos y encontrar la privacidad que todo gato feliz necesita", explica Claudia Vinke, de la Universidad de Utrecht.
El frío felino
Hay una última razón por la que los gatos deciden pasar su tiempo en estos cubos de cartón: el frío. Los gatos son animales frioleros por naturaleza y la temperatura en la que se sienten cómodos, su temperatura ideal, es de entre 30 y 36 grados. Ahora pensemos, si nuestra casa suele oscilar los 22/23 grados, es totalmente comprensible que los mininos se decanten por lugares pequeños.
Al ser el cartón un gran aislante térmico, también es lógico que estos animalitos elijan este material como su predilecto. Esta estretegia todavía mejora al enrollarse los gatos sobre sí mismos, porque las formas redondas pierden más calor que las alargadas.
Así que ya sabes, la próxima vex que veas a tu gato jugando con una caja de cartón, recuerda todos los beneficios que le está aportando e intenta averiguar por cuál de los motivos que hemos mencionado lo hace.